El acuerdo pesquero con Marruecos

Juan Martínez
Secretario Provincial del PA en Almería

Alguien debe explicar la razón de por qué todavía la flota andaluza no puede ir a faenar a las aguas africanas si ya los parlamentos marroquí y europeo han ratificado el nuevo convenio de pesca. ¿Qué lo impide?  Han pasado las elecciones europeas y no he oído a ningún eurodiputado decir nada. Espero que los nuevos no se vayan de vacaciones nada más llegar y se molesten en este problema que afecta a la economía de municipios desde Huelva a Almería.
 
Si el acuerdo está firmado, ¿a qué se espera? / Foto: RTVE
Quiero públicamente lamentar y denunciar el abandono y dejadez de los gobiernos existente con nuestro sector pesquero, sin importarles el número de trabajadores que viven con sus familias de este sector económico y de los pueblos que lo tiene como primer factor de actividad económica. Una discriminación del Gobierno central y de la Junta de Andalucía, PP y PSOE.

Hace ya más de dos años que estamos sin pescar en las aguas africanas, cuando la prórroga del convenio se rompió unilateralmente por el parlamento europeo, gracias al eurodiputado reelecto Willy Meyer, de IU, quién lidero la ruptura ante la pasividad de los gobiernos andaluz y central y los grupos parlamentarios europeos del PP y del PSOE. A nadie le importo en realidad este asunto y sus repercusiones sociales y económicas en la provincia líder del paro de la Unión Europea.

Los andalucistas nos planteamos que ahora que se ha conseguido un nuevo acuerdo, que se ha aprobado y se ha ratificado por los parlamentos, el porqué y la razón de que todo siga igual, parado sin pescar. Es incomprensible, pasan los meses y hasta los años, y ni la diplomacia europea ni la del estado español hacen nada, ni dicen nada, por no hablar del ya abdicado rey Juan Carlos, tan amigo del rey alauita y que sí ha intervenido en problemas internacionales de multinacionales españolas. La falta de trasparencia de la Unión Europea, del estado español y de la Junta de Andalucía van de la mano.

Sólo existe el silencio. La Junta y el Gobierno de Madrid siguen pasando del problema. La discriminación que se sufre es real y práctica. Cuando se pueda pescar el sector ya habrá salido perdido y mucho.

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