Carlos Herrera, este jueves, en Roquetas de Mar |
Emilio Ruiz
www.emilioruiz.es
No
estaba muy contenta la Cope
de jugar en la tercera división de las mañanas radiofónicas españolas, con
peligro, además, de verse superada por RNE, y ha dado un golpe de timón. Ha
puesto de patitas en la calle a Ernesto
Sáenz de Buruaga, al que aún le quedaba un año de contrato. Con las
estrellas de la radio pasa lo mismo que con los entrenadores de fútbol: si se
les rescinde el contrato, el contrato se paga entero. Qué suerte. "Ellos
mandan en su empresa y yo lo entiendo", ha dicho el locutor. No es
cuestión de mando, es cuestión de audiencias. Y la realidad es que ‘La mañana’
no levantaba cabeza desde que Federico
Jiménez Losantos cedió el testigo a Ignacio Villa, el antecesor de Buruaga.
Onda
Cero no está por la labor de dejar marchar a su estrella. A Herrera la
situación no le incomoda. Y la puede aprovechar para aclarar con su empresa
algunas cuestiones. Por ejemplo, una que le tiene bastante cabreado: las
continuas chanzas a las que le somete El
Gran Wyoming en ‘El Intermedio’, de la Sexta , cadena también de José Manuel Lara. Preparémonos para un
verano caliente de negociaciones.
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