Juan
Francisco Plaza
Articulista
Se
cumplen 40 años desde que inició su carrera el grupo músico-vocal, quizás el
más famoso que ha dado nuestra tierra, Los Puntos. Enumerar sus éxitos, por
otro lado de sobra conocidos por todos, ya daría para llenar páginas y páginas.
Los integrantes del grupo hasta su ruptura en 1978 fueron Pepe Grano de Oro,
guitarra solista, compositor y líder del grupo; los malogrados Tato Flores,
batería, y Eduardo Sánchez, teclista; Belmonte, bajista, y Pepe Pérez Sánchez
(Pepito), voz solista y guitarra rítmica.
Los Puntos |
Casi
todos los medios se han hecho eco estos días de historias sobre Los Puntos, su
extensa carrera musical, éxitos discográficos, biografía, etc., con numerosos
reportajes y artículos de opinión. Pero nada se ha escrito ni comentado sobre
la traumática ruptura en el verano de 1978.
Los
Puntos no murieron de éxito, tal y como se ha repetido en numerosas ocasiones.
Dentro del grupo, al final de la gira de aquel lejano verano, surgieron una
serie de desavenencias que dieron al traste con tan fructífera y aún prometedora
carrera.
El
que esto suscribe, que entonces contaba con 17 o 18 años, formaba parte como
guitarra solista del grupo almeriense Alcazaba, y precisamente en este grupo
vino a recalar Pepe Pérez Sánchez (Pepito) como vocalista, mientras que el resto de
sus ex compañeros formaban Almanzora junto al extraordinario y malogrado
vocalista Juan Ramón García León.
El
caso es que aunque Pepito siempre fue reacio a comentar ninguno de los
problemas que había tenido con sus compañeros de Los Puntos, en concreto con su
líder, Grano de Oro, sí conseguí en un viaje a Madrid para la grabación del
disco “Sigue el twist” (Marfer 1982) que me comentara cuáles eran los hechos
que le habían llevado a tomar tan drástica decisión y abandonar el que sin duda
había sido el proyecto de su vida.
Lo
que me espetó, después de bastante insistencia por mi parte y debido, por otro
lado, a las largas horas de espera entre ensayos y ensayos, fue que su decisión
de abandonar Los Puntos se debió, entre otras cosas, a que José González-Grano
de Oro era insoportable como compañero y líder del grupo. Intentaba controlarlo
todo hasta límites enfermizos: salidas particulares de los miembros del grupo,
comportamientos en la vida personal, economía y gastos, amistades, actividades,
relaciones, etc. Y algunas cosas más que se quedan en el tintero porque entran
dentro del terreno de la intimidad y no vienen al caso.
Sí
llegó a decirme que se sintió humillado, vejado y ultrajado en innumerables
ocasiones, hasta tal punto que, hastiado de todo, llegó a jurarle que una vez
se acabara la gira de ese verano del 78 jamás volvería a cantar con Los Puntos,
aunque de ello dependiera su vida. Y a fe que lo cumplió.
Se
lo pidieron en innumerables ocasiones con motivo de festivales y homenajes para
Canal Sur y otros numerosos medios nacionales e internacionales, leyendas del
pop, programas de la primera de TVE, donde se recordaba a glorias de la canción
española; se lo pidieron televisiones, artistas, personalidades, compañeros…
pero José Pérez Sánchez (Pepito) jamás volvió a cantar con Los Puntos desde 1978.
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