La Policía Local de Mojácar pone 500 euros de multa por un ‘botellón’… ¡de agua!

Francisco Sánchez
La Verdad

Surrealismo en estado puro. Beber agua de madrugada junto a la playa de Mojácar les ha salido muy caro a cinco jóvenes de Las Torres de Cotillas, que no salían de su asombro cuando dos agentes de la Policía Local del pueblo almeriense les encasquetaron una multa de cien euros por cabeza. El boletín de denuncia indica que infringieron el artículo 4 de la Ordenanza de Actividades de Ocio del Ayuntamiento de Mojácar, que castiga textualmente «la permanencia y concentración de personas que se encuentren consumiendo bebida o realizando otras actividades que pongan en peligro la pacífica convivencia ciudadana fuera de las zonas del término municipal que el Ayuntamiento haya establecido como permitidas».

Lo que no dice esta normativa es qué tipo de bebidas está prohibido consumir, por lo que la Policía igual puede multar por un gin tónic que por un refresco o una botella de agua. Y eso es lo que ocurrió el pasado fin de semana, según J. A., uno de los cinco denunciados.

Sólo agua
Los jóvenes, tres chicos y dos chicas, estaban en Mojácar celebrando las bodas de oro de sus abuelos junto a su familia. Poco antes de las tres de la madrugada del sábado al domingo decidieron salir a tomar una copa en la discoteca Maui, situada junto a la playa. «Dejamos el coche en el aparcamiento al aire libre y como había cola para entrar decidimos esperar un poco y abrí el maletero para sacar una botella grande de agua para refrescarnos. Estábamos hablando cuando se presentaron dos agentes de la Policía Local y nos multaron porque decían que estábamos haciendo botellón», explica J. A., que vivió esta «pesadilla» junto a su novia, un hermano y dos primos.

Todavía casi sin creer lo que les ha sucedido, el chico prosigue su relato: «Yo les dije que solo bebíamos de una botella de agua grande y que podían comprobarlo bebiendo, pero nos contestaron que no estaban para perder el tiempo. Pudieron ver que en el maletero solo había botellines, pues yo me dedico al reparto, pero nos dijeron que nos podían multar hasta por la marca de rímel que llevaban las chicas. Fue totalmente surrealista. Incluso se pusieron a pedir refuerzos. Les reclamamos que nos hicieran una prueba de alcoholemia, pero se negaron de mala manera a hacerla. Los policías también nos dijeron que lo nuestro era una concentración de personas y que la multa también era por poner en peligro la pacífica convivencia del municipio». Los cinco jóvenes estaban tan indignados con la situación que no quisieron firmar los boletines de denuncia.

A pocos metros del parking de la discoteca había un control de la Guardia Civil. Y allí se fueron a toda prisa los recién denunciados. J. A., que conducía el vehículo, pidió voluntariamente a los agentes una prueba de alcoholemia. «Les dije que hicieran el favor de hacerme la prueba. Por supuesto, tras soplar me salió 0,0, pues no había bebido nada de alcohol. Me dijeron que no podían darme ningún justificante, ya que no había dado positivo, pero que el control aparecería posteriormente en un informe de la Guardia Civil de Tráfico. Por lo menos podré demostrar que no bebí alcohol».

¿Qué podían hacer más? Tras pensarlo, los cinco decidieron acudir al cuartelillo de la Policía Local para presentar una queja por lo que les había sucedido, pero aseguran que estaba cerrado y que nadie respondió a sus llamadas. «Lo que tienen que hacer en Mojácar es cerrar la playa por la noche si no quieran que vaya gente con una botella de agua en la mano», dice, molesto, J. A.

El lunes, todavía con la resaca del agua y ya en Las Torres de Cotillas, llamaron por teléfono al Ayuntamiento de Mojácar. «Al contar lo que nos había pasado con la Policía Local, nos dijeron que esas eran las normas que marcaba la ordenanza del municipio y que presentáramos el escrito de alegaciones. Pero nos advirtieron de que la palabra de los agentes vale más que la nuestra. Vamos a poner un recurso y el caso está en manos de un abogado, que nos dice que las multas no tienen ningún fundamento», precisa J. A.

Ahora tienen quince días naturales, a partir de la notificación de la denuncia, para alegar por escrito todo lo que consideren oportuno en su defensa y proponer aquellas pruebas que crean oportunas.

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