La Virgen de la Cueva

Antonio Quesada
@AntonioFQuesada

El Gobierno ha vuelto a dar una patada en salva sea la parte a la agricultura almeriense, que acumula a estas alturas de Legislatura una fenomenal hinchazón en sus posaderas. A cada problema, el Ejecutivo de Rajoy ha reaccionado mirando para otro lado. Que se lo pregunten, por ejemplo, a los agricultores afectados por la granizada de El Ejido de noviembre de 2013 que aún están esperando no ya las ayudas -que solo las ha habido, que se sepa, por parte de la Junta- sino que el Gobierno les explique si les va a auxiliar de alguna manera.

Falta hace
Ahora que nos enfrentamos a un nuevo problema, tampoco parece que se vaya a ofrecer ninguna solución. La sequía que azota la provincia de Almería está teniendo ya un efecto devastador en la agricultura y en la ganadería de comarcas como las de Los Vélez, Almanzora, Filabres, la Alpujarra o Levante. Las pérdidas, que pueden llegar al 95 por ciento de las explotaciones, no han hecho ni pestañear al Gobierno.

Si con el asunto de la rebaja fiscal el PP manejó los tiempos, evitando tener que rechazar la medida durante la pasada campaña electoral para hacerlo, finalmente, unos días después, en esta ocasión, y sin elecciones de por medio, el Ejecutivo central no se ha andado por las ramas y directamente ha lanzado a la papelera, en forma de pelotita arrugada, la solicitud de medidas contra la sequía que le han hecho llegar los representantes del sector.

Las propuestas del Ministerio de Agricultura -créditos, aplazamientos de pago de seguros sociales,…- han sido tachadas de ‘milongas’ por las organizaciones agrarias; es decir, de palabrería que no remedia la situación a la que tienen que hacer frente los afectados en este preciso momento.

Ha sido oír hablar de ayudas directas, contantes y sonantes, y al Partido Popular no parece que se le haya ocurrido otra solución que cantar aquello de ‘que llueva, que llueva, la Virgen de la Cueva...’

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