Las recetas de la presidenta del puerto no han dado resultado

Juan Torrijos

Periodista

Compaginar el trabajo y la cocina (si es buena y con estrella mejor) es cosa que a muchos nos entusiasma. Y eso que de vez en cuando hasta se nos corta la mahonesa. Pero no podemos dejar que el árbol no nos deje ver el bosque. Los datos dados a conocer sobre la gestión de doña Trinidad como presidenta de la Autoridad Portuaria son para analizar.

Trinidad Cabeo

Dirá la señora Cabeo que la puñetera crisis es la culpable de los datos, y no dudo que alguna culpa pueda tener, pero tendría que poner sobre la mesa los de otros puertos, incluidos algunos andaluces, para entender los datos del nuestro. Lo cierto es que desde el año 2007 en que llega a la presidencia del puerto doña Trinidad Cabeo, ha visto como los números de su gestión bajaban, bajaban y bajaban año tras año.

En ese 2007 los pasajeros que pasaban por nuestro puerto superaban el 1.114.000. Si quieren les doy los números de los años siguientes, los tengo aquí delante, pero lo mismo me vuelvo tan muermo como Cañete en el debate con tantos datos y dejan ustedes de leer. En el año pasado (2013), del que se tienen los números, los pasajeros han bajado a algo más de 690.000.

Estamos ante un descenso de más de 300.000 ciudadanos. No es mal descenso, ¿eh? ¿Por la crisis? Sí, por la crisis. Habrá que ver los resultados de algunos embarcaderos cercanos. ¿Y de cruceros, qué? También ha bajado el número de los que han llegado a nuestro puerto desde el lejano año en que doña Trinidad se hizo cargo de la gestión de la Autoridad.

Si en el año 2008 fueron 72 los que llegaron al muelle de levante, en 2013 sólo lo hicieron los dos patitos (22), 50 menos. ¿La crisis? Sí, la crisis. Pues nada, ya lo saben, es culpa de la crisis.

Vamos con la entrada de barcos al puerto. Según los datos dados a conocer, en 2007 fueron dos mil cuatrocientos setenta y ocho (2.478) buques los que entraron en la dársena almeriense, ¿y en 2013? Pues en 2013 más de mil barquitos menos, un total de 1.343.

No me diga más, por culpa de la crisis. Me parece que me he pasado con tanto número, les dejo los económicos para otra ocasión que estos son rojos, rojos.