Antonio
Torres
Director de Canal Sur en Almería
Doña
Letizia Ortiz Rocasolano (Oviedo, 1972) es la reina de España. Quienes
trabajaron con ella subrayan que era una exigente presentadora de informativos,
por su búsqueda de la perfección delante de las cámaras. Presentó Informe Semanal y el Telediario, el informativo estrella de
la televisión pública. “No todos los presentadores son periodistas. Para
comprobarlo necesitamos que improvisen o que acudan a realizar reportajes a
miles de kilómetros. La periodista Ortiz cubrió como reportera grandes
acontecimientos, como el 11-S, la guerra de Irak o el Prestige, haciéndolo muy
bien”, rememora la periodista exdirectiva de RTVE Pity Alarcón,
innovadora en muchas cosas, con la que coincidí ayer en Murcia.
Doña
Letizia se licenció en la Universidad Complutense , donde logró una beca del
departamento de Relaciones Internacionales para hacer el doctorado en México,
que le permitió trabajar en el diario Siglo
XXI. Antes incluso de terminar la carrera comenzó a trabajar en Abc y en la Agencia Efe. Estuvo también en otros medios como La
Nueva España. Su salto a televisión lo dio en CNN+. Allí presentó las noticias de la
mañana junto a Marta Fernández. La cadena estadounidense Bloomberg TV la contrató en su sede española.
Tereixa
Constenla, excorresponsal en Almería de El
País, calificó a la nueva reina como “La primera reina de clase media”. El padre de
doña Letizia, Jesús Ortiz, era periodista, igual que su abuela Menchu Álvarez
del Valle. Su otro abuelo, taxista.
Cuando
conoció al príncipe, en una cena organizada por Pedro Erquicia, de TVE, estaba
en pleno ascenso. Por proyección y reconocimiento. En 2000 recibió el premio
Mariano José de Larra a la mejor labor como periodista menor de 30 años.
“Sacrificó una carrera”, afirma Constenla, “que había despegado en Irak.
Una de sus fotos más singulares, captada por Emilio Morenatti, la muestra
cubierta con un velo negro en el interior de una mezquita. No había otra cosa
que quisiera hacer en la vida que situarse ante una cámara”.
Esa
naturalidad la recogí en la primera conversación que mantuve con ella en
su visita al Museo Arqueológico de Almería, cuando protocolariamente la saludé
y observé que disfrutaba con dos profesoras almerienses, amigas de su época de
estudiante. “Da recuerdos a Paco Cosentino”, así, con naturalidad, me dijo en
la breve conversación que disfruté en su última visita a La Salle. Tenemos en
común haber estudiado en misma facultad y haber sido presentadores de los
premios del Mármol. El tema central era el fuerte número de parados y la buena
imagen de Cosentino en el mundo, cuyas nuevas instalaciones inauguró este año
Felipe VI.
Boris
Izaguirre vaticina: “Habrá que observar lo que harán esos periodistas críticos
para realinearse ahora que va a ser reina indiscutible y la más delgada de
todas”. La fotografía de Carla Bruni y Letízia Ortíz, en abril de 2009, de
espaldas ambas, levantó polémica al considerarse, desde algunos sectores,
machista y sexista. El autor de la foto de los traseros, Philippe Desmazes, que
trabaja para la agencia AFP, alegó que no es sexista. “Se adapta”, dijo
en esa fecha, “a la demanda de la gente. Es triste, no interesan los
niños africanos que mueren de hambre, pero sí el culo de las princesas”.
Desmazes es un prestigioso reportero. Capturó la primera fotografía de Muamar
el Gadafi muerto que impactó al mundo.
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