Juan
Manuel Góngora
Periodista
El
pasado sábado 7 de junio, en el marco de las tradicionales fiestas
en honor de la Patrona
de Vera, la. Virgen de las Angustias, y como principal novedad de las
actividades programadas, tuvo lugar un acontecimiento,que cabe calificar de “histórico-cultural”
y festivo, que no es otro que la celebración del I Desfile de Moros y
Cristianos de Vera, recuperándose, al menos de forma parcial, una tradición de
siglos, que según datos recopilados, terminó por truncarse en el año 1919.
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| Una tradición recuperada de 1919 |
El
acto organizado contó con dos partes perfectamente diferenciadas. La primera,
a partir de las 8 de la tarde, con el alegato, en prosa poética, de los
principales protagonistas de las Capitulaciones otorgadas entre el Rey Fernando
el Católico y los moros principales de la ciudad de Vera el día 10 de junio de
1488: el marqués de Cádiz, Cidi Yahya Alnayar y don Fernando de Aragón. Esta
representación, efectuada sobre un escenario montado para la ocasión en la
fachada de la Iglesia
de la Encarnación ,
congregó en la Plaza Mayor
de Vera en torno a unos mil espectadores.
A continuación, y siendo la hora
cercana a las 9 de la noche, tuvo lugar el inicio del desfile, de las vistosas
“escuadras” de moros y cristianos, grupos de caballos, charangas y banda
municipal de música, contabilizándose un total aproximado de 400
participantes, que iniciaron el recorrido en calle Mayor (zona próxima a
intersección con Plaza Mayor), continuando por distintas calles, todas ellas
del núcleo histórico, hasta finalizar el desfile en la emblemática Plaza Mayor,
auténtico “corazón” de la vida social y cultural veratense.
La gran sorpresa de
la inolvidable tarde estaba reservada para la amplísima
respuesta popular, que superó con creces la más optimista de las previsiones.
Las calles del casco histórico se vieron invadidas por una auténtica “marea”
multicolor para contemplar y divertirse con los pormenores del colorista
desfile, tratando de adivinar bajo que “escuadra” se encontraba el vecino o
vecina de la puerta de al lado, convenientemente caracterizados como caballeros
cristianos medievales o fieros guerreros nazaríes, todo ello amenizado por los
alegres sones de tres charangas y la banda municipal de música de Vera.
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