2.400 niños almerienses tienen un problema de obesidad

Javier Pajarón
Periodista / La Voz de Almería

“Los estudios epidemiológicos ponen en evidencia un incremento alarmante de la prevalencia de sobrepeso y obesidad en las edades infantiles y juveniles, estando España y concretamente Andalucía entre las regiones con cifras mas elevadas de su entorno”. La afirmación aparece en el preámbulo del Plan integridad contra la obesidad infantil de Andalucía y revela la auténtica dimensión del problema del sobrepeso entre menores.

La obesidad infantil,
un problema
Según cifras de la Consejería de Igualdad, Salud y Políticas Sociales, presentadas esta semana en una respuesta parlamentaria, 2.400 niños recibieron tratamiento médico por problemas de sobrepeso u obesidad en la provincia de Almería durante el año 2013. En Andalucía el número de pacientes roza los 30.000.

Son niños de  6 a 14 años de edad con altos índices de masa corporal (por encima de 30 kilogramos por metro cuadrado), hábitos sedentarios, desórdenes alimentarios y, con cierta frecuencia, problemas conductuales. “La obesidad es la resultante de la interacción de múltiples factores individuales y familiares, sociales y del entorno económico y cultural”, señala la Consejería de Salud, que habla de una “epidemia”.

En este contexto, el Plan integridad contra la obesidad infantil impulsa una amplia red asistencial desarrollada conjuntamente en los centros de salud y en los hospitales. El objetivo es prevenir situaciones de riesgo y, en su defecto, intervenir en cualquier rincón de la provincia para tratar a los menores afectados.

Existen varias modalidades de intervención según las condiciones del menor y el origen de su exceso de peso. Las denominadas intervenciones avanzadas individuales recibieron en Almería 2.375 consultas de usuarios únicos el año pasado, mientras las Intervenciones grupales rondaron las 1.800 citas, según estadísticas oficiales de la Junta de Andalucía.

En ambos casos se trabaja con un tratamiento basado en “dieta, ejercicio físico y modificación de conductas”, aunque con distintos métodos. De hecho, los hospitales con atención pediátrica desarrollan también un programa de Intervenciones educativas grupales destinadas a la formación y concienciación de las familias de menores con exceso de peso para paliar conductas sedentarias y hábitos alimenticios perjudiciales para su salud.

No en vano, según el Plan integridad contra la obesidad infantil  “un 60 por ciento de madres y padres no percibe la obesidad del niño o niña” incluido en los índices de sobrepeso. Es decir, los padres no acuden a especialistas porque consideran que sus hijos no tienen un problema de peso y es precisamente en este punto donde intervienen las terapias grupales.

Según indica la Consejería de Igualdad, Salud y Políticas Sociales, “en el plan se impulsan actividades asistenciales y otras líneas de trabajo para profundizar en el conocimiento del problema, para mejorar la prevención del exceso de peso y sus consecuencias y para reforzar la promoción de estilos de vida saludables en las familias”.

Un estudio elaborado por la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición advierte que, en cifras del ejercicio 2012, uno de cada cinco menores andaluces (en mayor número varones) sufrían problemas relacionados con su peso, tres puntos por encima de la media nacional.

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