Francesco Manetto
Periodista / El País
El nuevo secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, es un habitual vecino de los veranos del Mojácar. Hasta ahora, su constante presencia en el pueblo del Indalo ha pasado inadvertida. A partir de ahora, tras un veraneante más que pasaba inadvertido está el líder del principal partido de la oposición política española. El periodista de El País Francesco Manett escribe un artículo sobre los lugares donde los políticos pasarán sus vacaciones.
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Pedro Sánchez |
En
España, en playas o localidades ya conocidas y relativamente cerca de los
centros neurálgicos del poder. De Mariano Rajoy a Pedro Sánchez, los
principales líderes políticos están a punto de irse de vacaciones a unos
lugares que, en realidad, suponen mayoritariamente un regreso a sus destinos
favoritos.
El
presidente del Gobierno y líder del PP es un hombre de costumbres y, entre ellas,
quizá la más repetida consista en viajar con frecuencia a su tierra: Galicia.
Lo hizo el año pasado y volverá a repetir este mes de agosto. Rajoy repartirá
sus vacaciones, unas tres semanas según lo previsto entre Doñana y la provincia
de Pontevedra, su ciudad. Justo de esos planes hablaron ayer el jefe del
Ejecutivo y el presidente de la
Generalitat al comienzo de su reunión, el primer encuentro
que mantenían después de un año sin sentarse a hablar. Rajoy le dijo que pasará
parte de sus vacaciones con sus suegros, mientras que Artur Mas se trasladará
unos días a Menorca.
El
presidente se quedará en Madrid hasta principios de mes. Mañana, 1 de agosto,
presidirá el último Consejo de Ministros del curso político antes de ofrecer la
rueda de prensa posterior para hacer balance de la actividad de los últimos
meses. En agosto Rajoy viajará a Doñana, donde también pasó la última Semana
Santa y algunos días del pasado verano. Se alojará junto a su esposa, Elvira
Fernández, y a su familia en el Palacio de las Marismillas, una finca que
pertenece al Estado y que los presidentes del Gobierno suelen utilizar como
residencia de veraneo o como lugar de recepción de líderes internacionales.
Entre esos dos destinos, Rajoy mantendrá el habitual
despacho con el Rey, aunque por primera vez lo hará con Felipe VI. El nuevo
Monarca recibirá al mandatario a partir del día 5 de agosto en el Palacio de
Marivent, en Palma de Mallorca, manteniendo así la tradición de su padre, Juan
Carlos I.
Rajoy
descansará también unos días en Galicia, en la provincia de Pontevedra. Al
igual que el año pasado, el líder del PP no se quedará durante toda su estancia
en la playa Silgar, en Sanxenxo (Pontevedra), donde tiene una casa. Como en
2013, el presidente tiene previsto alquilar una casa rural en el concello de
Ribadumia. El año pasado, ese ligero cambio de planes del jefe del Ejecutivo
revolucionó la comarca del Salnés. Rajoy y familia se alojaron en la parroquia
de Besomaño, en el establecimiento de turismo rural A casa de Alicia, donde el
precio es de 270 euros por noche. Repetirán este año.
En
esa comarca podrá practicar una de sus aficiones cotidianas favoritas: caminar.
Allí serpentea, por ejemplo, la ruta de la Piedra y del Agua, situada entre los molinos de
Barrantes y el monasterio de Armenteira, y la ruta de Los Molinos. Y es
previsible que, como el año pasado, algún día se deje ver paseando junto a José
Benito Suárez Costa, presidente de la Autoridad Portuaria
de Marín y marido de la ministra de Fomento, Ana Pastor, y al presidente de la Xunta de Galicia, Alberto
Núñez Feijóo.
Hace más de una década, cuando ya era ministro de José
María Aznar, Rajoy ya descansaba en alguna ocasión en un pazo en Ribadumia,
propiedad de Luis Carlos Boullosa, registrador de la propiedad como el propio
presidente.
Tras
viajar a Madrid y abrir una tenue línea de diálogo con el Gobierno sobre el
futuro de Cataluña, Artur Mas pasará unos días en Menorca, donde su familia
veranea desde hace décadas. Allí, en Fornells, por ejemplo, fue donde el año
pasado se celebró la boda de la hija del presidente de la Generalitat. Hacia
el sur viajarán la mayoría de los otros representantes públicos. El nuevo
secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, es un habitual de las playas de
Mojácar, en Almería. Allí volverá este año junto a su esposa y a sus dos hijas,
aunque debido a su recién estrenada actividad al frente del principal partido
de la oposición, según afirman fuentes de Ferraz, se verá obligado a volver a
menudo a Madrid y dividirse entre familia y trabajo. Alfredo Pérez Rubalcaba,
que formalizó su relevo al frente de la dirección de los socialistas el pasado
fin de semana, solía repetir cada verano la misma rutina en Llanes (Asturias).
Andalucía
es una de las comunidades favoritas por los políticos. Sobre todo, la provincia
de Cádiz. Allí, en Conil, pasará alrededor de una semana el coordinador federal
de Izquierda Unida, Cayo Lara, antes de instalarse unos diez días en su pueblo,
Argamasilla de Alba (Ciudad Real). También Rosa Díez, portavoz de Unión
Progreso y Democracia, ha elegido Cádiz. De hecho, ya ha pasado unos días de
vacaciones, muy familiares según su entorno, repartidas entre esa provincia y
su casa en el País Vasco. La mayoría de los dirigentes políticos, en cualquier
caso, planean volver a Madrid después del puente del 15 de agosto, puesto que a
la semana siguiente el Congreso de los Diputados dará por cerradas las
vacaciones parlamentarias con la celebración de una Diputación Permanente.
Susana Díaz, presidenta de
la Junta de Andalucía, no
saldrá de su comunidad. Aprovechará el mes de agosto para participar en actos
políticos y festivos, como la feria de Málaga, que se celebra a mediados de mes
y quizá se acerque puntualmente a la costa gaditana. La número dos del Partido
Popular y presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, también
suele veranear con su familia en esa comunidad, aunque opta por la costa de
Málaga, en concreto Marbella, donde pasan sus vacaciones decenas de cargos del
partido mayoritario.
El
líder de Podemos, Pablo Iglesias, se quedará cerca de la capital. Tras lograr
1,2 millones de votos y cinco eurodiputados en las elecciones europeas y tras
estrenarse en el Parlamento Europeo, vivirá sus primeras vacaciones como
representante público en alguna localidad de la sierra de Madrid, a la que a
menudo acude también en fin de semana.