Almería, más sucia que nunca

Juan Francisco Plaza
Articulista

Podría parecer el eslogan de una campaña publicitaria institucional el frontispicio de este artículo. Simplemente bastaría con cambiar el calificativo sucia por bonita, ya nos gustaría, pero no, no es así. Ya se ha escrito aquí, más de una vez, y en los demás medios, que Almería es una ciudad muy sucia y nadie con responsabilidad hace algo al respecto para remediarlo.

Como muestra, un botón
La Rambla Federico García Lorca en general y el tramo que va desde la calle Santos Zárate hasta Obispo Orberá en particular están para coger una infección debido a las moscas, mosquitos y ácaros, que allí deambulan al hedor de la basura allí acumulada. Los bancos para el descanso de los ciudadanos están impracticables por la suciedad y malos olores.

No entiendo esta dejadez por omisión de nuestras autoridades municipales, sinceramente. Verano, máxima afluencia turística, Almería en el punto de mira de medios y redes sociales por posibles visitas regias en períodos vacacionales y la capital dando una imagen impresentable de acumulación de basuras y malos olores.

La Rambla Federico García Lorca, por seguir centrándonos en un sitio concreto, es una de las arterias principales de Almería. Por las mañanas, lugar de paso de muchos turistas, que nos visitan y pasean por la zona. Por las tardes, toma el relevo la ciudadanía autóctona, que al fresco, charlan en animadas tertulias. Todo ello, ahora muy difícil por no decir imposible, debido a las inmundicias comentadas.

Mientras se pregonan a los cuatro vientos, nuevas y magnas obras faraónicas por parte de nuestros “ínclitos” munícipes, algunas en estado avanzado de gestación, se abandona, por otro lado, lo esencial en una comunidad: la conservación y limpieza del patrimonio e infraestructuras existentes.

Al parecer, las grandes obras proyectadas en Almería tipo Plan Urban y por ahí reportan mucho rédito político. ¡Digo yo, que no acabo de verlo tan claro! Los políticos andan cada vez más alejados del sentir ciudadano y así les luce el pelo.

¿A ninguna lumbrera con responsabilidad en la materia se le ocurre darse una vuelta por estos lares citados aquí y comprobar “in situ” el estado tan lamentable de la zona? La delegación municipal de Urbanismo está allí mismo, frente al foco de infección. ¿Ninguno de nuestros representantes del consistorio pasa por allí?

Luego, cuando lleguen las elecciones municipales y aparezcan los Arriolas de turno para valorar y analizar los resultados electorales, se buscaran mil y una razones ajenas a este problema, para explicar y argumentar los presumibles descalabros.

A ningún sesudo representante de nuestra administración local, se le ocurrirá pensar entonces, que, a lo mejor o peor, el ciudadano medio de a pie no quiera tanta opulencia en costosas obras y sí, en cambio, que las existentes se mantengan con un cierto grado de dignidad y aptitud para su uso.

1 comentario:

  1. Todo lo que se comenta en este artículo es la pura realidad, que vivimos y padecemos los que trabajamos en la zona. Una pena y una auténtica dejación por parte de la administración local.

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