Emilio
Ruiz
Hoy
es un día histórico para el socialismo español. Por primera vez en sus 135 años
de vida, el Partido Socialista Obrero Español ha convocado a su militancia para
elegir de forma directa a quien va a ser su próximo secretario general. 197.468
afiliados al PSOE, al PSC y a las Juventudes Socialistas –que son los que se
encuentran al corriente en pago de las cuotas-, de los que 45.655 son andaluces
y 5.036 son almerienses, tienen la oportunidad de elegir entre Pedro Sánchez,
Eduardo Madina y José Antonio Pérez Tapias.
Pedro Sánchez / Foto: Infolibre |
A
nivel nacional el partido se dirime entre Sánchez y Madina. No se han realizado
encuestas específicas entre el cuerpo de electores, y la que ayer publicaba el
diario El Mundo, que daba vencedor al candidato vasco, se ha realizado entre
votantes socialistas. “Los pocos afiliados que han sido encuestados se inclinan
por Pedro Sánchez”, aclaraba el periódico.
Todo
parece indicar que, efectivamente, será el diputado madrileño quien se alce con
el mayor número de votos. A José Antonio Pérez Tapias se le reconoce como el
candidato más solvente y el que en la campaña ha defendido con mayor contundencia
los ideales socialistas. Pero este profesor de Filosofía de la Universidad de Granada
tiene un pequeño hándicap en su currículum: es miembro de la corriente
Izquierda Socialista, que, históricamente, dentro del partido ha tenido un reconocimiento
y apoyo marginales.
Eduardo
Madina partía como el gran favorito. Pero ha cometido dos errores de bulto que
pueden ser determinantes. Uno, creerse que, apartados Carme Chacón y Patxi López,
el camino le quedaba perfectamente allanado. La campaña la ha iniciado tarde y
la ha realizado con desgana. Y ha cometido, sobre todo, un error crucial:
ganarse la animadversión de la federación andaluza, que agrupa al mayor número
de afiliados, la cuarta parte del total, y que da soporte al único gobierno
socialista de cierta importancia de todo el Estado. Aún nadie ha sabido
explicar a qué se debe su empeño por conocer el origen de los avales de Pedro Sánchez.
Y, a falta de explicación, la interpretación ha sido libre. Y desafortunada
para él.
Pedro
Sánchez será el ganador de las primarias en Almería y en Andalucía. Y, en mi
opinión, será el nuevo secretario general del PSOE. Ha desbordado a su
principal opositor. Ha realizado una campaña más intensa, más convincente, con
más ilusión y ha jugado una baza determinante, cual es ganarse la simpatía de
los afiliados del PSOE de Andalucía, que, ya digo, son la cuarta parte de la
militancia del PSOE. Todos los vientos juegan a su favor. El menos favorable,
el de su bisoñez –quizás ésta no sea la palabra adecuada-, se debe a su
inexperiencia dentro de los órganos de dirección del partido, pues nunca ha
formado parte de Ejecutiva alguna, y al escaso protagonismo que se le ha
otorgado dentro del Grupo Parlamentario Socialista del Congreso de los
Diputados. Pero, mirado desde cierta perspectiva, esto, lejos de restarle
votos, posiblemente le sume.
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