Evaristo
Martínez y Marta Jiménez
Cine and Cine
Ayer se estrenó la película 'El Niño', de Daniel Monzón. Algunas de las espectaculares escenas se rodaron en aguas del Cabo de Gata. Para hacerse una composición de lugar, reproducimos a continuación el artículo que Evaristo Martínez y Marta Jiménez publicaron a principios de año en la revista digital 'Cine and Cine':
|
Un momento del rodaje en el Cabo de Gata (Foto: Lorenzo Ayuso) |
"Así
que lo de el niño es por esto, porque te gusta jugar". Es la única frase
de las primeras imágenes que se muestran de 'El niño', una de las grandes
apuestas del cine español para 2014. Un thriller sobre el narcotráfico que
promete emociones fuertes de la mano de personajes muy creíbles y que vuelve a
reunir a parte del equipo de ‘Celda 211’. El film acaba de lanzar su primer tráiler
oficial mientras se anuncia la fecha definitiva de estreno. Será el 29 de
agosto cuando la cinta llegue a las salas de toda España.
En
estos momentos, la película se encuentra en proceso de postproducción. Un minucioso
trabajo de montaje del que, por el momento, no quieren dar detalles. Y es que,
hasta hace unos meses, casi nada se sabía acerca de ‘El Niño’,
quinta película del mallorquín Daniel
Monzón (Palma, 1968). Fue el verano pasado, cuando la
esperadísima producción de Telecinco Cinema comenzó a mostrar sus cartas. Y lo
hizo precisamente en Almería, donde su equipo estuvo cinco semanas trabajando.
Monzón,
acompañado por los actores Luis Tosar, Eduard Fernández, Jesús Carroza y Jesús
Castro –‘El Niño’ del título—, rodaron en varias localizaciones como La Fábrica de Genoveses, un
centro de eventos frente a la playa de este nombre, en la localidad de San
José.
|
Luis Tosar es entrevistado por Canal Sur mientras rodaba en Almería (Foto: Canal Sur) |
Aunque
los productores no han querido dar cifras, el presupuesto de ‘El Niño’, que
también se ha rodado en varios puntos de Cádiz y Canarias, ronda los siete
millones de euros. Además de Telecinco Cinema, el filme cuenta con la
participación de Ikiru Films, Vaca Films, El Toro, La Ferme! Productions y los
andaluces Maestranza Films.
La película aborda el problema del narcotráfico desde dos puntos de vista: uno,
el de ‘El Niño’ (Jesús Castro) y ‘El Compi’ (Jesús Carroza), dos jóvenes que
quieren iniciarse en ese negocio; el otro, el de policías como Jesús (Luis
Tosar) y Eva (Bárbara Lennie), que llevan años plantando cara al contrabando en
la zona del Estrecho de Gibraltar. “Mi compañero guionista, Jorge
Guerricaechevarría, y yo estuvimos durante ocho meses tomando contacto con lo
que sucede en el sur de España, haciendo todo tipo de investigaciones apoyados
por Telecinco.
Se
les suele llamar delincuentes pero cuando los conoces te das cuenta de que son
gente corriente que se dedica a hacer algo que está fuera de la ley”. Monzón
señaló que durante este proceso, hablaron con muchos chicos jóvenes que
comienzan a traficar con hachís entre Marruecos y España. “Te cuentan que lo
hacen porque están en esa época en la que la vida va muy deprisa: quieren
correr mucho y obtener dinero rápido. Luego está ese punto de desafío a la
autoridad que todos los adolescentes tienen, pero ellos de forma rotunda,
bestia y espectacular. La fama que esto les da en su entorno más cercano los
convierte en una especie de héroes”.
Monzón también ha querido huir de maniqueísmos a la hora de exponer el trabajo
de las fuerzas de seguridad. “Hemos intentado reflejar ambos mundos de una
forma muy natural, muy real, muy cotidiana. Conocimos a muchos policías que nos
contaron mil anécdotas que han acabado conformando a los personajes”. El de
Tosar es una persona abnegada, obsesiva, dedicada en cuerpo y alma a su
trabajo. “No son los policías que estamos acostumbrados a ver en las series o
películas americanas”. Monzón narró que han pasado mucho tiempo con esos
policías, conviviendo, hablando, respirando, viendo cómo se visten.
En la ficción, la playa de Genoveses de San José –muy próxima a la de Mónsul,
donde Steven Spielberg filmó la secuencia de las gaviotas de ‘Indiana Jones y
la última cruzada’— se transforma en las aguas del Estrecho para acoger las
adrenalínicas persecuciones entre las lanchas de los narcotraficantes y los
helicópteros de la policía. Es la primera vez que Daniel Monzón rueda en
Almería pero esta provincia, y en concreto estos paisajes, están muy conectados
a su carrera.
“El rodaje a veces es verdaderamente agotador pero luego llegas a
San José, ese paraje maravilloso, y te viene la paz. Si no fuera porque rodamos
en Almería, a lo mejor no hubiera sido lo mismo; probablemente habría sido
terrorífico rodar esto".
"Como
anécdota", continúa el cineasta, "te diré que para mí Almería es un
lugar extraordinario y fetiche. No sólo por todos los cineastas enormes que han
pasado por aquí, como Sergio Leone, Steven Spielberg o David Lean, sino porque
siempre, como un ritual, desde mi primera película me he venido a la zona del
Cabo de Gata a estar en paz conmigo mismo, a relajarme y a prepararme para la
aventura que significa rodar. Y lo he hecho en todas, salvo en ésta, que he
venido a rodar aquí”.
Precisamente
una empresa almeriense de El Ejido, Helifilm, se
ha encargado de algunas de las complejas tomas aéreas de la película. "Nos
pidieron un plano que tenía una dificultad muy grande", nos explican sus
responsables, Juan Jesús Fernández y Ramón Cantón, "nos lo enviaron en 3D
y nos dijeron que varias empresas le habían dicho que era imposible de hacer.
Yo lo chequeé y les dije que sí se podía hacer. Hicimos una prueba y lo
conseguimos y todos se quedaron flipados, creyeron que había sido casualidad e
hicimos siete pruebas más para que se quedaran tranquilos y todas
salieron".
El
plano en cuestión era sobrevolar un puente del puerto de Algeciras en donde
había colgado un muñeco que para el espectador será un guardia civil.
"Había que volar sobre dos camiones que pasaban por el puente,
sobrevolarlos, adelantarlos, todo sincronizado, bajar por la cuerda del guardia
civil y quedarnos a 1'5
metros del muñeco con un plano concreto en el que se
viera Cádiz al fondo". Ambos lo cuentan como si estuviera chupado, como
quien despacha pan o conduce un taxi. Y es que el Almería, poco a poco, comienzan
a cuajar las empresas de servicios cinematográficos.