Iván Gómez
Redactor-Jefe de Diario de Almería
El
político malagueño de 43 años que lidera desde hace unos meses el Partido
Popular de Andalucía vuelve hoy a la provincia después de mantener durante la
semana pasada una ronda de encuentros y reuniones, de carácter discreto e
informal, con los representantes del tejido empresarial y agentes sociales.
Juanma Moreno, líder de los populares andaluces, estará esta noche en la caseta
del PP en la tradicional recepción que cada agosto se realiza a los militantes
y cargos de la provincia.
Juanma Moreno |
Y volverá, entre sus ademanes sonrientes y amables, a
detallar uno a uno los ingredientes de la receta que está cocinando para el cambio
político de la comunidad y a transmitir el entusiasmo y optimismo con el que
afrontará las municipales, a pesar de que las encuestas no le acaban de ser
favorables. Y eso que, como él mismo reconoció en un off the record con los
medios de comunicación, le toca disparar su mensaje político con pistola de
agua frente a los cañones de gran calibre que dispone Susana Díaz como
presidenta de la Junta ,
una maquinaria que mueve 32.000 millones de euros al año y que ha sido
engrasada por el PSOE en los últimos 35 años.
El líder de los populares se ha reunido con más de 200 personas en la provincia
con el objetivo de poder realizar una "radiografía exacta" de sus
necesidades, si bien no son nuevas y la mayoría se remontan al pasado siglo. El
que fuera secretario de Estado de Sanidad ya conoce los problemas de una
Almería castigada por el síndrome de la esquina, por un tan inexplicable como
alarmante déficit de infraestructuras en las comunicaciones, y considera que se
pueden ir solventando ahora que la situación económica ha empezado a mejorar.
"Quiebra" salió a relucir en su discurso en justificación de las
inversiones que no han llegado durante el Gobierno de Rajoy y también ha puesto
sobre la mesa al conjunto de los almerienses con los que se ha sentado a
"negociar" que este año se licitará un tramo del AVE. Del
soterramiento ni se acuerda, ha llegado después de que esta histórica demanda
se soterrara. Además, juega con la baza de que el Ministerio de Fomento trabaja
en la recta final de la A-7 ,
arteria vital para la conexión de Almería y Málaga que se abrirá al tráfico el
próximo año.
Lo confirmó la delegada regional del Gobierno, Carmen Crespo, la
que en su día apareció como rival de Moreno para tomar las riendas del PP-A,
ahora volcada con el proyecto político que el partido empieza a configurar
después de un par de años desnortado y a la deriva sin una estrategia que fuera
más allá del acoso y derribo del gobierno andaluz a través de la corrupción de
los ERE. El malagueño marca con su propia brújula el nuevo tiempo del PP
andaluz, el que quiere distanciar del iniciado por la presidenta socialista, a
la que acusa precisamente de "pasar" de una oposición que en las
urnas contó con respaldo mayoritario de los ciudadanos.
"La lideresa
mundial", como plantea, no le contesta a sus cartas ni tampoco acepta
pactos ni reuniones, un continuado menosprecio desde que tomara las riendas del
PP otro joven político. Una vez que el género epistolar no ha dado sus frutos,
el presidente de los populares andaluces ha optado por llevar sus propuestas,
que no tienen cabida en la Junta ,
a las provincias, pueblo a pueblo.
Es el viraje de una estrategia, con planteamientos e iniciativas frente a la contienda soporífera y desesperante que mantuvieron sus antecesores. Moreno cree que la llave para entrar en San Telmo pasa por menos ideología y más gestión y el primer test lo tendrá en las municipales. A su juicio, el colchón para el PSOE del efectos Susana empieza a agotar y percibe que crece el descontento en todos los sectores, algo que no pasaba ni con Chaves ni Griñán. El líder popular quiere abrirse hueco entre la desafección de los que eran votantes y canalizar las demandas sin respuesta, con un perfil más institucional y menos agresivo, antes de la nueva cita con los comicios.
De septiembre a diciembre organizará foros de debate y nuevos encuentros, en los que se irá construyendo un proyecto de alternativas para los problemas de Andalucía. Moreno sabe que Almería es una provincia clave, la que más se ha volcado con y sin Arenas en el cambio del color político de la comunidad, y todo son elogios para la formación que lidera el alcalde roquetero Gabriel Amat. Argumenta que habrá consejero almeriense, pero tras su elección salomónica llegó el reparto de los puestos de ejecutiva, con el que buscó el equilibrio territorial, y no convenció demasiado a la fiel familia de la provincia.
Ya llegará el momento de resarcirse del descuido si mantiene el rechazo al centralismo sevillano que viene proclamando en el off the record de una gira táctica armada este verano para darle proyección a su imagen, aún poco conocida.La Andalucía periférica
ganará enteros para ir recuperando la cohesión de esta comunidad y en ese
modelo de gestión Almería tendrá el peso oficial y oficioso que se le ha venido
negando.
Es el viraje de una estrategia, con planteamientos e iniciativas frente a la contienda soporífera y desesperante que mantuvieron sus antecesores. Moreno cree que la llave para entrar en San Telmo pasa por menos ideología y más gestión y el primer test lo tendrá en las municipales. A su juicio, el colchón para el PSOE del efectos Susana empieza a agotar y percibe que crece el descontento en todos los sectores, algo que no pasaba ni con Chaves ni Griñán. El líder popular quiere abrirse hueco entre la desafección de los que eran votantes y canalizar las demandas sin respuesta, con un perfil más institucional y menos agresivo, antes de la nueva cita con los comicios.
De septiembre a diciembre organizará foros de debate y nuevos encuentros, en los que se irá construyendo un proyecto de alternativas para los problemas de Andalucía. Moreno sabe que Almería es una provincia clave, la que más se ha volcado con y sin Arenas en el cambio del color político de la comunidad, y todo son elogios para la formación que lidera el alcalde roquetero Gabriel Amat. Argumenta que habrá consejero almeriense, pero tras su elección salomónica llegó el reparto de los puestos de ejecutiva, con el que buscó el equilibrio territorial, y no convenció demasiado a la fiel familia de la provincia.
Ya llegará el momento de resarcirse del descuido si mantiene el rechazo al centralismo sevillano que viene proclamando en el off the record de una gira táctica armada este verano para darle proyección a su imagen, aún poco conocida.
Eso dice un joven político designado para darle un volantazo drástico a la
estrategia del PP andaluz que se atreve incluso a pensar en la apertura de su
partido de cultura jerárquica y presidencialista para que tenga más
transparencia y participación de la militancia. Sin copiar modelos de primarias
y listas abiertas, está dispuesto a propiciar nuevos espacios para el debate y
órganos colegiados para que los militantes no se limiten a mover las banderitas
en los mítines. Otra forma de entender la política. De ahí que, con sus
pulseritas de Andalucía y España izquierda, se haya ido de gira por las
provincias para hablar con el tejido social y productivo, ya habrá tiempo de
congregar a los convencidos.
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