Redactor-Jefe de La Voz de Almería
Ninguna de las tres patas del sistema financiero almeriense -bancos, cajas de ahorros y rurales- ha salido ilesa de la crisis económica que empezó a otearse en 2008. La recesión financiera, el reventón inmobiliario, ha ido cambiando el paisaje de la capital y de las calles de las principales localidades de la provincia: han menguado las oficinas bancarias con el mismo rasero que antes medraron a rebufo del espasmo dinerario.
La provincia cuenta con el mismo número de oficinas que hace veinte años (514) y se ha dejado por el camino 200 sucursales en estos últimos siete años desde que el enfriamiento de la economía empezó a hacer mella, según datos dados a conocer por el Banco de España. La crisis económica ha forzado además una concentración a quemarropa entre entidades del sector y un adelgazamiento de la red a consecuencia del desplome de negocio.
Oficina del Deusche en el Paseo |
De las 511 oficinas que operan en los 102 municipios de la provincia la mayor parte son sucursales de antiguas cajas de ahorros, ahora bancos, seguidos por la red de cooperativas de crédito lideradas por Cajamar y por último la banca privada con una cifra que ronda el centenar de oficinas. En el caso de Cajamar, aunque la cabecera del Grupo sea un banco, la red comercial opera como caja rural.
En los tiempos de fertilidad económica, a cierre del ejercicio 2007, los almerienses atesoraban en los bancos y cajas en torno a 6.000 milllones de euros en depósitos, el 50 % confiado a Cajamar, el 34 % a las diferentes cajas de ahorros y el 16 % a la banca.
De acuerdo con los datos del Banco de España, en Andalucía cuenta a cierre del pasado junio con 5.081 oficinas bancarias, frente a las 6.741 que se contabilizaban en 2008. En términos relativos, la reducción es del 24,6 %. El techo se alcanzó en diciembre de 2008, cuando había operativas en Andalucía 7.805 sucursales, de ellas poco más de 700 en Almería. Desde principios de 2009 la cifra no ha dejado de caer.
Por provincias, Sevilla cuenta con 1.040 oficinas, Málaga, 951; Granada, 657; Cádiz, 537; Córdoba, 535; Almería, 514; Jaén, 527, y Huelva, 319. Un elemento diferenciador del sistema financiero almeriense es la estabilidad de la cooperativa de crédito de Cajamar, que por sí sola representa más del 50 % del volumen de negocio en créditos y depósitos, con un mayor peso relativo y absoluto que cajas y bancos.
La cuota de mercado de Cajamar sigue creciendo y mantiene sus niveles de crédito e incluso aumentan depósitos. La rural almeriense ha centralizado también estos últimos años un largo proceso de concentración caracterizado por la creación del Grupo Cajamar cuya cabecera es el Banco Cooperativo.
Unicaja sigue siendo la segunda entidad en la provincia, transformándose también en un banco, seguido de Caixabank y Santander. La crisis económica general y la financiera en particular ha hecho que los márgenes de intermediación de las entidades financieras -lo que ganan entre lo que captan y lo que prestan- se vengan reduciendo paulatinamente y eso ha provocado reducciones en la red comercial.
Los tipos de interés también han actuado contra las entidades y las presiones por tener liquidez hace que se hayan incrementado los costes financieros por los depósitos, como consecuencia de la guerra del pasivo.
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