Emilio
Ruiz
www.emilioruiz.es
Las inestables relaciones entre Cajamar y la Unacc
(Unión Nacional de Cooperativas de Crédito) llevan camino de normalizarse después de que la entidad almeriense haya lanzado varios ultimátum antes de su
abandono definitivo. El consejo de la
Unacc ya ha estudiado las exigencias de Cajamar y está
dispuesto a dar traslado de las mismas a la asamblea general para su aprobación.
Las exigencias más importantes de Cajamar son dos:
Cajamar |
Una,
quitar la limitación del 10 por ciento del derecho de voto. En la actualidad
ninguna cooperativa de crédito tiene una representación superior a este
porcentaje, independientemente de su volumen de sus activos. Eliminado este
tope, el peso de Cajamar en la asociación seria del 25 por ciento.
Y otra,
que la Unacc
admita entre sus socios la estructura jurídica de Cajamar tal como la entidad
almeriense está configurada, que es la de un grupo financiero consolidable
compuesto por 19 cajas rurales que a su vez están encabezadas por el Banco
Cooperativo de Crédito Social (BCC). De esta forma sería el banco el que
asumiría la representación del grupo en la patronal de cooperativas.
Hay que
recordar que las otras asociaciones bancarias ya han modificado sus estatutos
para adaptar sus estatutos a la nueva realidad. La Asociación Española
de Banca (AEB) da entrada a cooperativas y cajas, además de bancos. Por su
parte, la
Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA) acepta
bancos, fundaciones bancarias y cajas entre sus miembros.
En
el sector se da por hecho que más pronto que tarde todas las asociaciones de
las entidades bancarias se fusionarán en una sola tomando como estandarte la más
poderosa, la AEB.
Por otra parte, según informa Cinco Días, Cajamar ha abandonado su anunciado proyecto de conseguir una capitalización
adicional de 350 millones de euros. Según
Ángeles Arconada, “la entidad almeriense
tenía previsto realizar esta ampliación a finales de julio, pero consideró,
como otras firmas, que no era el mejor momento, tras la crisis del portugués
Espirito Santo. Esta rural recuerda que esta ampliación de capital estaba y
está destinada a dar entrada en su banco, BCC, a fondos de inversión y a su
socio asegurador Generali y diversificar así su accionariado. El destino de
esta inyección de capital sería “para crecer, no para aprobar los test”,
explicó recientemente en una entrevista Luis Rodríguez, presidente de Banco de
Crédito Cooperativo Social”.
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