Gabriel Sánchez Ogáyar
Escritor
Un artículo publicado en La Opinión de
Almería por un profesor de la
Universidad de Almería solicitando de alguna manera eliminar las fronteras entre el puerto y la
ciudad, tal y como sucede en otras
ciudades como Málaga, despertó mi interés. La curiosidad me hizo indagar en el
asunto para ver la viabilidad en relación a
la propuesta que dicho señor
plantea. Entre los documentos encontrados, la mayoría
coincidentes, hay uno que me pareció interesante y concluyente y del que este docente seguramente tenga
conocimiento, o cuanto menos debería
tenerlo ya que el mismo fue realizado por investigadores de la Universidad de
Almería, compañeros suyos, tras el encargo realizado por la Fundación Bahía
Almeriport.
Puerto de Almería |
En dicho estudio se analiza el impacto económico del Puerto de
Almería y su entorno, valorando de
manera objetiva el papel social que el mismo
ha venido desempeñando y desempeña. Además
de las cuestiones relacionadas con la economía portuaria y la función que esta
lleva a cabo, analiza con riguroso
detalle quienes son los agentes encargados de realizarlas, así como la evolución del puerto durante la
última década. Cuantifica además los efectos directos, indirectos e inducidos
que el puerto representa en la estructura productiva de la ciudad de Almería y
de su provincia.
Por los datos que los investigadores aportan se aprecia
claramente el grado de dependencia de la economía almeriense con respecto al
puerto. Pero antes de adentrarnos en datos económicos se hace necesario hacer
una breve una introducción histórica sobre el puerto, para comprender así la
evolución del mismo.
Ni que decir tiene que
Almería no se entendería sin su puerto, en cuyo golfo fenicios, romanos y posteriormente musulmanes pusieron sus ojos. Desde que se
colocase la primera piedra en 1847 con sucesivas ampliaciones hasta 1908, año
en el que se termina el Muelle de
Poniente, Almería se hallaba aislada geográficamente. A partir de entonces
Almería empezó a salir del aislamiento iniciándose un floreciente comercio local gracias a
la exportación de productos de nuestra tierra como el esparto y la uva, así como del mineral de hierro. Pronto
empezaría a llegar el carbón que, descargado en el muelle, dio pie a la industrialización que experimentaba la
provincia en esos años, una industrialización que sin el puerto no hubiera sido
posible.
Es evidente que el devenir de la ciudad y el puerto han ido
siempre íntimamente ligados. Sin embargo, ha sido en estos últimos años cuando el puerto ha experimentado un significativo impulso, convirtiéndose por orden de importancia en el segundo puerto
español en relaciones con el norte de África y frontera internacional de la Unión Europea.
Este hecho ha obligado a la Autoridad Portuaria
a llevar a cabo una serie de inversiones capaces de dar respuesta a las
necesidades que la Almería
del siglo XXI demanda. Muestra de ello es la modernización de sus
instalaciones, el terreno ganado al mar
donde se acopian y cargan sólidos y contenedores y el dique que en estos momentos se está construyendo
cuyo final de obra en pocos meses,potenciará
e incrementará el negocio portuario y, en consecuencia, la economía de Almería.
Trinidad Cabeo |
La modernización de las
instalaciones y las millonarias obras que en los últimos años se vienen
llevando a cabo ha hecho que importantes navieras y empresas crucerísticas se
hayan fijado en el Puerto de Almería.
Tanto es así que esta pasada semana la propia Trinidad Cabeo ha venido
manteniendo en Barcelona una serie de reuniones cuyos resultados no tardaran en
ver la luz. Dichas negociaciones
redundaran no solo en el puerto, también en la ciudad y en sus
comercios.
Pero ahondando en el
estudio que los investigadores llevaron a cabo veamos con algunas cifras el
grado de dependencia de la economía almeriense respecto al puerto. Estas
cifras vienen reflejadas en las
conclusiones del estudio que los investigadores han realizado.
En estos momentos en los
que la crisis nos azota, el puerto, sin embargo, lejos de destruir puestos de
trabajo los incrementa y previsiblemente con las nuevas ampliaciones los seguirá
incrementando. El número de empleados directos del puerto está cifrado en 1.775, a lo que hay que sumar los 5.694
indirectos y los 1.496 puestos de trabajo inducidos, una suma nada
despreciable, mucho más teniendo en cuenta que el monto total en sueldos ronda
los 150 millones de euros al año.
En cuanto al volumen de ventas, la facturación
de las empresas que mantienen una relación de dependencia con el puerto supera
los 1.000 millones de euros, siendo el excedente bruto de explotación producido
por el puerto de 161. 678 millones de euros, con un valor bruto añadido de 309
millones de euros. Cifras mareantes sin duda que nos dan una visión de la
importancia que el puerto representa en la economía provincial.
Esto dio pie a los investigadores a hacer una
comparativa en la que se aprecia claramente el aumento generalizado que el
sector portuario ha producido sobre la
economía almeriense y que a modo de
ejemplo cito, para ver así su evolución. En cuanto al empleo, ha habido un incremento
del 72%. El incremento de producción ronda el 120% y el incremento en ventas está cifrado en un
104%.
Dicho todo esto y
retomando la preocupación de Paco Campos es necesario ahondar en el marco legal al que la
Autoridad Portuaria está obligada a acogerse. Pues bien, el
texto refundido de la ley de puertos del Estado y de la Marina Mercante
establece entre otras medidas "que
el puerto debe disponer de un vallado perimetral, control de accesos
etc..." y un plan "de protección de los espacios portuarios".
Este, según la ley que fue aprobada por
el Ministerio del Interior, debe ser aplicado por las autoridades portuarias.
Dicho de otro modo, un plan que Trinidad
Cabeo está obligada a cumplir.
Así mismo para cumplir con el convenio firmado
con la organización marítima internacional la ley establece que la Autoridad Portuaria
tiene la obligación de "disponer de un plan de protección, que recoja una
serie de medidas que eviten que buques, tripulaciones, pasajeros, instalaciones
portuarias y mercancías puedan sufrir algún tipo de amenaza o riesgo que puedan
vulnerar la integridad de los mismos".
Queda claro por tanto que a veces
lo que uno quiere y lo que puede hacer no va en consonancia si, como es el caso,
se está obligado a cumplir la ley, algo que el firmante del artículo debería
conocer antes de lanzarse al barro ya que las competencias para un cambio como
el que propone el profesor únicamente puede llevarlas a cabo el Ministerio de
Fomento.
Un dato que me resulta
interesante y al que el profesor hacía referencia, dato que por cierto yo
desconocía. De igual manera que el Puerto de Málaga ha hecho, también el Puerto de Almería ha
venido cediendo espacios de su propiedad a la ciudad para el disfrute de sus
ciudadanos acomodando sus infraestructuras
a las nuevas situaciones. Valga de ejemplo el Parque Nicolás Salmerón y la Vía Parque actual,
zonas originalmente portuarias que el
puerto cedió en su día a la ciudad.
Desconozco en este
momento el marco legal al que el Puerto de Málaga se ha acogido y al que el
articulista hace referencia, y si éste puede o no ser aplicado al puerto de
Almería. Sin embargo conozco algunos datos preocupantes que en principio hacen, bajo mi punto de vista, inviable la propuesta del profesor, teniendo en cuenta las millonarias pérdidas
que el puerto de Málaga ha tenido en el último ejercicio en lo referente a esos
espacios que la autoridad portuaria malagueña gestiona para disfrute de los
malagueños y de los que aportaré datos exactos en sucesivos artículos.
Para terminar les
confirmo que la próxima semana verá la luz una entrevista que realizaremos a
Trinidad Cabeo, Presidenta de la Autoridad Portuaria, con el fin de conocer su
punto de vista sobre este tema y aclarar algunas cuestiones que a quien escribe
puedan habérsele escapado y que servirán para ampliar la información.
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