Nueva ración de AVE

Antonio Lao
Director de Diario de Almería

Después de escuchar a la ministra de Fomento tratar de salir del atolladero del AVE de Almería con Murcia como pudo el martes en el Senado, confirmo que el Gobierno tiene la sana intención de avanzar en un proyecto vital para esta tierra, aunque desconozco cuando lo harán. En más de una ocasión he escrito que los ciudadanos no tienen paciencia infinita y castigan el engaño. Con el AVE el Gobierno actual y todos aquellos que ejercen de palmeros y apagafuegos vienen en los últimos tres años mostrando una absoluta falta de respeto por los que aquí habitamos, ya sean votantes del Partido Popular, ya sean de cualquier otro partido. 

'Diario de Almería' de hoy
Después de casi una legislatura perdida -con la afrenta de tapar los túneles de la obra iniciada y parada- y la presión de la provincia (empresarios, oposición y los propios dirigentes del Partido Popular) la señora Pastor llega al Senado y, a regañadientes, se descuelga con una licitación de un tramo de obras de 12 kilómetros que, por mucho que se empeñen, no estará en obras antes de un año. Y es que, nos nos engañemos, la voluntad puede ser toda -no la niego-, pero el dinero es el que es y la señora ministra está más centrada en que la alta velocidad llegue a Galicia, su tierra, que a Almería.

Tampoco debemos rasgarnos las vestiduras más de lo necesario. Como el propio diputado Rafael Hernando se ha encargado de pregonar a los cuatro vientos en esta legislatura -no en la anterior cuando no gobernaban-, para qué se va a adelantar el trabajo en esta tierra, cuando aún el tren no ha llegado hasta Murcia. Afirmación comprensible, si antes y durante ocho años no se hubiera encargado de decir, afirmar y atosigar con todo lo contrario.

Insisto, pongamos los pies en el suelo, miremos al frente con la serenidad y la seriedad que a toda persona coherente debe caracterizar y afrontemos la realidad. Y esa no es otra que el AVE a Almería tiene todavía por delante, para desgracia de los que aquí habitamos, un largo camino por recorrer. Un camino que puede ver alguna luz con destellos como el que el martes avanzaba Ana Pastor, pero que no van más allá de pequeños fogonazos en un desierto árido y quemado por la escasez de dinero, la falta de voluntad política, en favor de otras comunidades y provincias que lo necesitan tanto como nosotros y, lo que es peor, embutidos en un magno engaño para tratar de ganar tiempo a la desesperada, porque en mayo hay elecciones municipales y al año siguiente, 2016, hay que refrendar o cambiar al propio presidente del Gobierno.

Ya les aseguro que con medias verdades, engaños y engatusamientos varios, lo único que logran es que los ciudadanos de la calle, los verdaderos afectados, se quiten la careta, abran los ojos y pongan a cada uno en su sitio. Y nada mejor para hacerlo que las urnas.

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