El papelón de Rajoy en Almería

Antonio Quesada
Articulista

El papelón que ha hecho este fin de semana el Partido Popular de Almería es para hacérselo mirar. Organizar dos mítines, el del Teatro Cervantes y el que le propinaron a los empresarios en las instalaciones de la Cámara de Comercio, sin más compromisos que los conocidos en los Presupuestos Generales del Estado, ha sido de una gran torpeza política.

Rajoy, en Roquetas
Las expectativas creadas desde dentro solo han conseguido a la postre empeorar las cosas. Los días previos a la visita de Rajoy, los ‘populares’ aseguraban que habría buenas noticias para Almería pero lo que ha ocurrido ha sido todo lo contrario. La visita del presidente del Gobierno, de hecho, solo ha servido para rellenar un álbum de fotos y muy poco más.

Claro que pensar en que Mariano Rajoy viajaría a Almería a enmendar sus propios presupuestos para 2015 era como juntar las palabras quimera, utopía y sueño en una coctelera y esperar  a que saliera una cosa distinta, una fecha de llegada del AVE o algo así. Por eso tampoco entiendo que alguien se pueda sentir frustrado porque no haya dejado ni un solo compromiso con esta tierra durante su tercera visita como presidente del Gobierno. Quien creyera eso no conoce a Rajoy o ha pasado los últimos tres años fuera de este planeta.

También he visto que hay quien se ha quejado de que el presidente, en su ‘magistral’ lección de macroeconomía – por la doméstica no parece estar interesado-, no hiciera ni una sola referencia a lo de las tarjetas opacas, los millones que se han  volatilizado, o a lo que va a hacer con su amigo Rato: si le enseña la puerta de salida del PP o lo deja pasar –aguanta, Rodrigo-, como ha dejado pasar tantas y tantas cosas.

Hay que tener muy mala condición, como se dice por aquí, para criticarle todo eso a una persona como Rajoy porque, en realidad, el presidente se ha ido de Almería tal y como vino, con una mano delante y otra detrás. Nada por aquí y nada por allá.

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