Laura
Rodríguez-Carretero
Portavoz
de UPyD
La
obra para rehabilitar la
Plaza Vieja almeriense, que la Junta de Andalucía prometió
tener finalizada para los Juegos del Mediterráneo de 2005 pero que aún está sin
hacer y sin plazo oficial de terminación, se ha convertido en un ejemplo lamentable
del poco interés que Almería despierta entre los altos cargos del Gobierno
andaluz, pero también de la poca inteligencia de los que mandan en el Ayuntamiento,
que han permitido que esta situación se dilate en el tiempo.
Todo
lo que el Gobierno municipal de la ciudad ha hecho para revertir la situación
durante estos 15 años de retrasos e incumplimientos ha sido colocar una lona
sobre la fachada principal para culpar a la Junta de Andalucía. Por eso, aun estando de acuerdo
con responsabilizar a la
Administración que se comprometió con ejecutar esta
actuación, no dejamos de recordar al
alcalde y senador Luis Rogelio (PP) aquellas declaraciones suyas en las que
advertía que el Ayuntamiento asumiría las obras en caso de persistir los
retrasos de la Junta.
Aquellas declaraciones no fueron más que un farol en boca de
un mal jugador de póker a la vista de los hechos consumados.
Desde
la llegada de Susana Díaz a la presidencia de la Junta de Andalucía se han
vuelto a firmar convenios entre el Ayuntamiento y el Gobierno andaluz para
reactivar la paralización de una obra primordial para Almería, pero lo cierto
es que hemos perdido la cuenta de los convenios firmados ya para llevarla a
cabo desde que se habló por primera vez de la rehabilitación de la Plaza Vieja (allá por
el año 1999).
Pedimos
a los responsables de la Junta
(PSOE-IU) y del Ayuntamiento (PP) que no prolonguen más una situación improrrogable
y, sobre todo, imposible de imaginar en el ayuntamiento de Málaga o de Sevilla.
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