Manuel León
Redactor-Jefe de La Voz de Almería
Moraila tiene 600 has. en Tabernas |
La
carretera que une La Jara de Garrucha y Valle del Este de Vera ha empezado a verdear
con miles de plantones de nuevos olivos, hasta donde la vista se pierde. Entre cortijos diseminados, barranqueras y antiguas tierras destinadas a trigo
candeal, se van a recolectar en el futuro toneladas de aceitunas para
extraerles el zumo del aceite.
No se trata de un hecho aislado. En estos
últimos años se viene observando en la provincia un incremento
exponencial de la superficie de olivar explotado por método superintensivo, que
utiliza una máquina espaldera para ahorrar costes de mano de obra y agilizar la
cosecha. Ya se desarrolla en zonas de Tabernas, Sorbas, Tahal, Uleila, Serón y
ahora también germina en Vera.
Explotaciones Agrícolas Giménez, una empresa granadina con sede en Huétor Vega dedicada al cultivo y comercialización de cítricos, hortalizas y aceituna, ha adquirido en torno a150
hectáreas a las entidades financieras que embargaron
terrenos a las promotoras Key Mare y Dico para sembrar ese mar de olivares que
resplandecen junto al antiguo proyecto residencial Veragolf, impulsado hace más
de veinte años por el deportista Severiano Ballesteros, que nunca vio la luz.
Explotaciones Agrícolas Giménez, una empresa granadina con sede en Huétor Vega dedicada al cultivo y comercialización de cítricos, hortalizas y aceituna, ha adquirido en torno a
La fiebre del ladrillo propició que esos terrenos rústicos fuesen objeto de deseo de la firma constructora de San Pedro de Pinatar que pagó a pequeños propietarios históricos de esos pagos hasta 12 y 14 euros el metro con la idea de convertirlos en nuevas zonas urbanísticas para el turismo residencial. La vorágine constructora, el exceso de oferta y el pinchazo de la burbuja provocó hace más de un lustro que estos planes se quedaran en el dique seco, con las empresas promotoras en bancarrota y con el suelo adjudicado a las entidades acreedoras. De ello han sabido aprovecharse agrícolas como la granadina, dirigida por los hermanos Giménez del Río, que han pagado por esas tierras a un precio que no alcanza el euro por metro, diez veces menos.
Junto a estos terrenos roturados ahora, aún queda mucho más suelo que fue de
otra empresa promotora, Ingofersa, que también quebró cuando se truncó la
expansión residencial.
Para el riego de esta superficie, la mercantil ha hecho
reserva de agua reciclada en terciario de la depuradora de Vera a la empresa
municipal Codeur que tiene una capacidad de producción 1,2 millones de metros
cúbicos, con la que también se riega el vecino campo de golf de Valle del Este.
La empresa granadina tiene también en producción la Finca Moraila en
Tabernas de 600 hectáreas
y emplea en total a un centenar de trabajadores.
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