La corrupción se favorece con la falta de transparencia

Laura Rodríguez-Carretero
Portavoz de UPyD-Almería

La falta de transparencia del Ayuntamiento de Almería puede convertirnos en una ciudad donde los corruptos hagan negocios tranquilamente y se sientan como pez en el agua. Algo así como en la Marbella de Jesús Gil. Los posibles corruptos parecen encontrar en Almería una ciudad en la que sentirse cómodos, en tanto que la falta de transparencia es el catalizador que favorece la corrupción en las instituciones.

La publicación del estudio realizado por Galileo Ingeniería y Servicios, S. A., y la Universidad Rey Juan Carlos, sitúa a la ciudad de Almería en uno de los últimos puestos en relación con la transparencia (el 94 de 144 analizados). El dato es aún más relevante si tenemos en cuenta que el estudio lo hace una empresa que ofrece productos y servicios a las Administraciones públicas, y por tanto que esta empresa está enjuiciando la actividad de sus posibles clientes.

El humor, que no falte
En Almería la falta de transparencia es patente para cualquier ciudadano que conozca la página web municipal o pida información a nuestro Ayuntamiento. “No podemos darle la información porque usted no es parte interesada” es la contestación habitual del Gobierno del PP para que los ciudadanos, medios de comunicación o asociaciones cívicas interesadas queden al margen, y así impedir cualquier pregunta molesta.

Esta actitud debería quedar erradicada del argumentario utilizado por el Ayuntamiento almeriense porque cualquier ciudadano es parte interesada en los problemas de la ciudad, mal que le pese al concejal de turno o al alcalde.

Volvemos a exigir otra forma de hacer política y reclamamos a los concejales del Gobierno municipal (PP) y de la oposición (PSOE e IU) que no formen parte de la corrupción por omisión, y que fuercen al equipo de Gobierno a que actualice, con documentación detallada, la página web municipal y los portales online de todas las empresas públicas municipales.

La transparencia que propone UPyD se concretaría en una ordenanza de transparencia y autocontrol, evaluada por, entre otros, agentes sociales y ciudadanos, en la que se vaya más allá del cumplimiento subjetivo de la ley.

Nuestros políticos tendrían la autoobligación de informar sobre la evolución de su patrimonio (antes y después de estar en política). Incluirían la publicación y publicidad de la agenda de los concejales y del alcalde, con indicaciones sobre visitas, entrevistas, objetivos, etc.

Se incluirían en cada una de las licitaciones absolutamente todos los documentos referidos a las mismas. Estarían disponibles todas las actas de los plenos, así como todas las actas de la Junta de Gobierno y las ordenanzas en vigor, tanto generales como fiscales.

Y todo esto, no sólo accesible, sino dispuesto en un formato digitalizado apto para el trabajo de investigación y seguimiento. Una información digna de esa ordenanza de autocontrol y transparencia que proponemos y digna de los ciudadanos de Almería.

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