Antonio Lao
Director de Diario de Almería
José Cano, presidente de Asempal, se ha destapado en las últimas semanas como un
notable orador, amén de usar metáforas, símiles y comparaciones que ilustran, y
de qué manera, la situación de isla en la que sigue navegando la provincia de
Almería. El lunes, con los empresarios de Murcia, Alicante y Valencia, el
presidente de los empresarios de esta tierra se sacaba de la chistera la que,
sin duda, será una de las frases del año.
Definía el señor Cano el futuro de
Almería, si no defendemos la doble vía para el AVE que nos debe unir con Murcia, de la siguiente forma: "Si lo que se pretende de esta tierra es hacer de
ella una reserva y que vayamos con taparrabos, no tenemos más que no exigir que
el tren de alta velocidad que nos llevará hasta Madrid sólo lleve una vía".
Edición de hoy de Diario de Almería |
A partir de aquí sobran muchas explicaciones. La visión que tiene José Cano de
esta provincia es la que tenemos la mayoría de los que aquí habitamos y que, en
muchas ocasiones, no somos capaces de narrar, ora por miedo, ora por pereza,
ora porque la comodidad se ha instalado en nuestros cerebros en la misma medida
que un atleta de maratón echa cuerpo a tierra tras 42 kilómetros de dura
carrera.
El presidente de Asempal y sus colegas del sureste español, coherentes
con lo que el Corredor Mediterráneo supone, ha incidido en una reivindicación
que debe ser innegociable para todos aquellos que amen esta tierra y la quieran
ver crecer y desarrollarse, en la misma medida que los ciudadanos de a pie son
capaces o han sido capaces de auparnos, sin ayudas, al lugar donde nos
encontramos.
Entiendo, y lo he escrito en otras ocasiones, que la crisis que nos atenaza nos lleve a desinflarnos en nuestras peticiones y a los políticos a ser menos incisivos en sus propuesta para Almería. Pero no comparto ni logro comprender que se nos obligue a comulgar con ruedas de molino en lo relativo al AVE con Murcia.
Entiendo, y lo he escrito en otras ocasiones, que la crisis que nos atenaza nos lleve a desinflarnos en nuestras peticiones y a los políticos a ser menos incisivos en sus propuesta para Almería. Pero no comparto ni logro comprender que se nos obligue a comulgar con ruedas de molino en lo relativo al AVE con Murcia.
Si hasta Valencia, Málaga, Sevilla o Alicante, por poner algunos ejemplos,
ha sido planteado con doble vía, no parece solidario con el resto del país que
esta tierra sea segundo plato. Puedo entender que ahora no haya necesidad, pero
desconocemos cuáles serán en el futuro.
Si realmente lo que pretende el Gobierno es ponernos en la rampa de salida de un verdadero futuro, con soluciones modernas y fiables, parece que no debe haber dudas. Aquellos que hoy, apuntalados en el cortoplacismo y abrumados por las quejas de los ciudadanos -que no son otros que los políticos-, deben tener más amplitud de miras, prolongar el catalejo y abundar en la solución que parece la única: plataforma de doble vía.
Si realmente lo que pretende el Gobierno es ponernos en la rampa de salida de un verdadero futuro, con soluciones modernas y fiables, parece que no debe haber dudas. Aquellos que hoy, apuntalados en el cortoplacismo y abrumados por las quejas de los ciudadanos -que no son otros que los políticos-, deben tener más amplitud de miras, prolongar el catalejo y abundar en la solución que parece la única: plataforma de doble vía.
Otra cosa es que para acortar los
plazos se pueda pensar en instalar sólo una, pero con la mirada en el futuro y
con la coherencia que debe imperar. Lo contrario es una irresponsabilidad que
no debemos permitir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario