Emilio Ruiz
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Nuestra paisana de Las Guerreras Carmen Martín tiene tras sí, pese a su juventud -26
añitos-, una azarosa vida deportiva. Empezó en el Balonmano Roquetas, bajo la
batuta de su mentor, Miguel
Romero, de donde dio el salto al Mar de Alicante y, en 2010, al Itxako.
Problemas económicos en el club navarro -“donde perdimos ocho meses de salarios
que no creo que veamos ya”- le embarcaron en nuevas aventuras.
Carmen Martín |
En 2012 firmó
por el esloveno KrimLjubljana. “Un cambio radical, una aventura”, recuerda. Fue entonces cuando le llegó aquella
desgraciada lesión del Mundial 2013 de Serbia. Jorge Dueñas, el seleccionador
nacional, se vio obligado a sustituirla por la asturiana Jessica Alonso. Carmen rompió con el Krim. Volvió al
terreno de juego once meses después con el Atlético Guardés. “Tenía carisma y
transmitía intensidad al colectivo”, recuerda el entrenador gallego, Manu Etayo.
Desde este verano la roquetera juega
en el Bucaresti rumano. “Otro cambio radical”, dice, “y tener que aprender una
nueva lengua y una nueva cultura y un estilo de juego que no se parece en nada
al de España”.
Estos días, la guerrera disputa con la selección el Europeo
de Hungría-Croacia. Ya están en la segunda fase, y ella, marcando goles por
doquier. El palmarel de nuestra paisana se engrandece: plata en el Europeo de
2008 y bronce en el Mundial de 2011, donde fue incluida en el siete ideal como
mejor extremo derecho. Con la elástica nacional supera los 470 goles. Va a por
los 500. Tenemos motivos parta sentirnos orgullosos de nuestra guerrera.
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