Profesor de
Aunque
En realidad, debían de haber ido ambas elecciones de la mano y haberse
celebrado conjuntamente, dado que el mandato del actual rector, Pedro Molina,
está cumplido. Si no se han realizado simultáneamente ha podido ser porque
Pedro Molina no quiere abandonar lo que ha considerado su cortijo particular
sin intentar dejar a otro cortijero afín que haya aprendido sus métodos, que no
permita que se levante la alfombra para ver toda la porquería que hay escondida
debajo de ella y que no abra las ventanas para que se ventile la UAL , y todo parece indicar que
sabía que no saldría su candidato, como así habría sido. Y todo ello con la
connivencia de la presidenta de la
Junta de Andalucía, Susana Díaz, que debía haberle abierto un
expediente al actual rector de forma tan ágil como se ha hecho con Iñigo
Errejón, de Podemos, por haber vulnerado la Ley de Incompatibilidades de altos cargos de la Junta de Andalucía.
Carmelo Rodríguez |
El dinero público parece sobrar en la
UAL para poder financiar dos procesos electorales en fechas
distintas en lugar de coincidir en el tiempo. Pedro Molina parece querer darle
la razón a Rajoy y apuntarse al “Viva la Virgen , que la crisis ya ha pasado” y, sin duda,
le encantaría festejar a lo grande su jubilación, pero en la UAL la mayoría de las personas
estamos hartos de él y de su camarilla.
Aunque de forma encubierta, han funcionado en todos los sectores importantes
dos listas cerradas a favor de uno y otro candidato. El resultado en el sector con más peso, el del Profesorado Funcionario Doctor,
que se repartía 153 asientos en el Claustro de los 300 totales, es claro:
Carmelo Rodríguez, 60 %, y Javier de las Nieves, 40 %. No obstante, el sistema
electoral actual, que favorece las mayorías absolutas, incrementa los
resultados al 75% contra el 25%. Y en el global de sectores también ha
resultado vencedora la candidatura de Carmelo Rodríguez.
Son muchos los detalles concretos y las consecuencias que tendrán estas
elecciones. Sin duda, será interesante analizar temas como el alto porcentaje
de votos anticipados: un 15 % entre el profesorado y más de un 20 % entre el
alumnado. También me gustaría destacar un porcentaje significativo, más del
10 %, de votos independientes que han puesto la nota de color y han hecho que
los sorteos de puestos no hayan sido demasiado numerosos. Y un capítulo aparte
merecen los votos-castigo dentro de las filas del candidato oficialista, a
personas tan significativas como José Antonio Guerrero y José Juan Carrión
Martínez (actuales vicerrectores), además de Raúl Pérez Guerra y Joaquín
Hernández Rodríguez (también del equipo de gobierno actual), entre otros.
El viejo régimen en la UAL
empieza a demoronarse y es posible que estas elecciones sean el certificado de
defunción de ese viejo régimen y el comienzo de algo totalmente diferente que
traiga cambios reales e importantes en nuestra comunidad universitaria. Entre
ellos, aprovecho para pedir uno en el sistema electoral. ¿Qué pensaríamos si
para las elecciones generales en España la lista más votada obtuviera el 75 % de
los escaños y el 25 % restante se dejara para la segunda, de forma que siempre
hubiera una mayoría absoluta dentro de un bipartidismo del que ya estamos
hartos la inmensa mayoría? ¿A quién no interesa una universidad más plural?
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