El resultado de las primarias a rector en la UAL

Jorge Lirola Delgado
Profesor de
la UAL

Aunque
oficialmente hayan sido las elecciones al Claustro en la Universidad de Almería, no se puede negar que, en gran medida, por cómo lo han planteado los candidatos a rector (Javier de la Nieves y Carmelo Rodríguez) y también porque la mayoría de la comunidad universitaria se ha prestado, se han tratado de unas primarias al rectorado.

En realidad, debían de haber ido ambas elecciones de la mano y haberse celebrado conjuntamente, dado que el mandato del actual rector, Pedro Molina, está cumplido. Si no se han realizado simultáneamente ha podido ser porque Pedro Molina no quiere abandonar lo que ha considerado su cortijo particular sin intentar dejar a otro cortijero afín que haya aprendido sus métodos, que no permita que se levante la alfombra para ver toda la porquería que hay escondida debajo de ella y que no abra las ventanas para que se ventile la UAL, y todo parece indicar que sabía que no saldría su candidato, como así habría sido. Y todo ello con la connivencia de la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, que debía haberle abierto un expediente al actual rector de forma tan ágil como se ha hecho con Iñigo Errejón, de Podemos, por haber vulnerado la Ley de Incompatibilidades de altos cargos de la Junta de Andalucía.

Carmelo Rodríguez
El dinero público parece sobrar en la UAL para poder financiar dos procesos electorales en fechas distintas en lugar de coincidir en el tiempo. Pedro Molina parece querer darle la razón a Rajoy y apuntarse al “Viva la Virgen, que la crisis ya ha pasado” y, sin duda, le encantaría festejar a lo grande su jubilación, pero en la UAL la mayoría de las personas estamos hartos de él y de su camarilla.

Aunque de forma encubierta, han funcionado en todos los sectores importantes dos listas cerradas a favor de uno y otro candidato. El resultado en el sector con más peso, el del Profesorado Funcionario Doctor, que se repartía 153 asientos en el Claustro de los 300 totales, es claro: Carmelo Rodríguez, 60 %, y Javier de las Nieves, 40 %. No obstante, el sistema electoral actual, que favorece las mayorías absolutas, incrementa los resultados al 75% contra el 25%. Y en el global de sectores también ha resultado vencedora la candidatura de Carmelo Rodríguez.

Son muchos los detalles concretos y las consecuencias que tendrán estas elecciones. Sin duda, será interesante analizar temas como el alto porcentaje de votos anticipados: un 15 % entre el profesorado y más de un 20 % entre el alumnado. También me gustaría destacar un porcentaje significativo, más del 10 %, de votos independientes que han puesto la nota de color y han hecho que los sorteos de puestos no hayan sido demasiado numerosos. Y un capítulo aparte merecen los votos-castigo dentro de las filas del candidato oficialista, a personas tan significativas como José Antonio Guerrero y José Juan Carrión Martínez (actuales vicerrectores), además de Raúl Pérez Guerra y Joaquín Hernández Rodríguez (también del equipo de gobierno actual), entre otros.

El viejo régimen en la UAL empieza a demoronarse y es posible que estas elecciones sean el certificado de defunción de ese viejo régimen y el comienzo de algo totalmente diferente que traiga cambios reales e importantes en nuestra comunidad universitaria. Entre ellos, aprovecho para pedir uno en el sistema electoral. ¿Qué pensaríamos si para las elecciones generales en España la lista más votada obtuviera el 75 % de los escaños y el 25 % restante se dejara para la segunda, de forma que siempre hubiera una mayoría absoluta dentro de un bipartidismo del que ya estamos hartos la inmensa mayoría? ¿A quién no interesa una universidad más plural?

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