In memoriam: Santiago Martínez Cabrejas, primer alcalde de Almería tras la dictadura

Emilio Ruiz

A última hora de anoche recibimos una noticia de ésas que nunca queríamos recibir: Santiago Martínez Cabrejas (El Padul, Granada, 25-02-1948), el primer alcalde democrático de Almería tras la dictadura franquista, nos acaba de dejar para siempre, víctima de un cáncer que padecía desde hacía algunos años. Era precisamente el día de su 67º cumpleaños.

Santiago Martínez Cabrejas, Santi, era licenciado en Derecho por la Universidad de Sevilla, ciudad en la que alternaba los estudios con su actividad como jugador de fútbol en el filial del Betis. Finalizada su carrera, volvió a Almería para ejercer como abogado laboralista en la Unión General de Trabajadores (UGT). De inmediato se afilió al ‘partido hermano’, el PSOE.

 
Santi, en el homenaje recibido de su ciudad en 2012
En las primeras elecciones democráticas tras la dictadura franquista, en 1979, Santi encabezó la candidatura al Ayuntamiento de Almería por el Partido Socialista. Salió elegido alcalde de la ciudad (tras pactar con PCA y PSA), cargo en el que permaneció doce años, después de ganar el PSOE las elecciones de nuevo en 1983 y 1987. En 1999 volvió a encabezar la candidatura socialista, accediendo otra vez a la alcaldía tras pactar con Izquierda Unida (IU).

Santiago Martínez Cabrejas ha sido también diputado del Parlamento de Andalucía durante ocho años. Tras abandonar la actividad política ha desarrollado su tarea profesional en la asesoría jurídica de Unicaja.

Santiago, alcalde
Santi accedió a la alcaldía de Almería en uno de los momentos más delicados de la ciudad. Sin perspectivas, con el desánimo como norma, se hizo cargo del consistorio un grupo de jóvenes ilusionados que cambiaron por completo la cara de una ciudad en la que campaba la frustración.

Si tuviera que destacar un rasgo de la personalidad de Santi, sin duda ese rasgo sería la sencillez. Trabajador incansable, vivía la actividad política como pasión, pero siempre haciendo gala de una sencillez y una humildad que desconcertaban a muchos. En su primera etapa como alcalde salió por la puerta grande, y no sorprendió a nadie que, años después, volviera a ser elegido tras presentarse de nuevo a las elecciones.

Es difícil encontrar una palabra de desaire al alcalde Santiago Martínez Cabrejas incluso de parte de sus adversarios políticos. Santi se dejaba querer incluso por quienes era políticamente incorrecto que lo quisieran. En 2012, el actual alcalde de Almería, Luis Rogelio Rodríguez-Comendador, quiso agradecerle su aportación a la modernización de la ciudad con un homenaje “por su trabajo, su dedicación, su cariño y su esfuerzo hacia esta ciudad, y por haber contribuido a sentar las bases de lo que hoy es Almería".

Santiago, tras su retiro de la actividad política, era enemigo de cualquier acto público. Su presencia en la vida almeriense se limitaba al campo estrictamente privado. Aceptó a regañadientes el acto de homenaje de la ciudad. Se sintió "orgulloso de haber servido a esta ciudad durante 16 años, intensos, plenos de sacrificio y de entrega y también de sinsabores".

Almería ha perdido a quien fue un gran alcalde. Pero ha perdido, sobre todo, a quien fue una excelente persona. Una maravillosa persona. Santi, tu huella será duradera. Adiós, amigo.

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