Emilio
Ruiz
La
decisión de Susana Díaz de convocar elecciones autonómicas en Andalucía para el
próximo 22 de marzo ha trastocado la agenda de inauguraciones de muchos
alcaldes. La duración de los mandatos municipales es siempre de cuatro años, al
contrario de lo que sucede con los mandatos de los gobiernos autonómicos y
estatal, que pueden ser acortados según la voluntad de sus presidentes.
Se preparan las tijeras |
Cuatro
años dan para mucho, pero se está convirtiendo en una práctica habitual de la
mayoría de los alcaldes electos programar sus mandatos cuatrienales con las
siguientes pautas: el primer año, para recuperarse del esfuerzo inversor de la
anterior Corporación; el segundo, de elaboración de proyectos y búsqueda de
financiación; el tercero, de ejecución de los proyectos de obras y servicios, y
el cuarto, y siempre antes de los comicios, plan de inauguraciones.
El
abuso en la celebración de actos institucionales previos a las elecciones con
carácter puramente propagandístico obligó al Parlamento a modificar la Ley Electoral
General para establecer su prohibición. Ahora, están prohibidos este tipo de
actos desde el día que se convocan unas elecciones hasta el día siguiente a su
celebración. Las dos próximas elecciones que tenemos a las vista son las
autonómicas y las locales.
Las
elecciones de Andalucía se convocaron el pasado 26 de enero y se celebrarán el
22 de marzo. Las elecciones locales se convocarán el 30 de marzo y se
celebrarán el 24 de mayo. Con este calendario electoral los alcaldes solamente
podrán disponer de ocho días, los que transcurren entre el 23 y el 30 de marzo,
para dar rienda suelta a su agenda de inauguraciones.
Fuera
de ese periodo se prohíbe cualquier acto “organizado o financiado (…) que
contenga alusiones a las realizaciones o a los logros obtenidos”. Lo que no
quiere decir que durante esos ocho días no pueden ponerse en funcionamiento
nuevas obras o servicios. Pueden ponerse, pero sin alharacas ni tambores. O
sea, sin publicidad.
La
mayoría de los 774 alcaldes de Andalucía ya han echado mano del calendario y
tienen hechas sus cuentas. De paso, han apremiado a todos los contratistas que
para sus Ayuntamientos trabajan que esa obra o servicio que tienen a medio
hacer la finalicen, sin demora, antes del 23 de marzo. Porque ese día,
precisamente ese día, es cuando comienza la Semana de las Inauguraciones. Ocho días de
vértigo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario