Kayros
Periodista
Aguadulce.
Bajando por la calle Castaños se llega a una encrucijada de caminos cortada por
el Paseo de los Robles. A pie de playa y a mano izquierda quedará usted
impresionado por la gallarda monumentalidad del Hotel, noble ejemplo sin duda
del viejo concepto turístico de sol y playa. De hecho, si usted mira los
acantilados verá casitas colgadas en la punta de la montaña como imitando a algún
paisaje del Bósforo. Qué tiempos aquellos en que el turista solo buscaba el sol
y los almerienses nos sentíamos orgullosos de ser visitados por los pueblos del
frío desde alemanes a escandinavos.
Hoy es
otra cosa. El turismo se ha hecho más cultural. Ya no depende tanto del hombre del
tiempo. El promotor de cualquier hotel lo primero que piensa al programar su oferta
es convencer al cliente de que Granada está relativamente cerca. De Madrid no
habla por cautela porque ¿quién sabe cuándo se llega a Madrid con los trenes
que tenemos?
En
esta Semana Santa hay quien dice que la ocupación hotelera rebasará el setenta
por ciento. Así lo espero y deseo. Me alegra ver sobre la arena de la playa a
la humanidad tomando el sol en esa actitud filosófica de no querer saber nada de
lo que pasa en el mundo. Pero tampoco puede uno ser tan absolutamente despreucupado.
En
la hoja informativa “Roquetas al día”, que me ha traído el viento esta mañana con
el olor a gambas, me encuentro con la noticia de que el gran Hotel Portomagno
saldrá a subasta el próximo junio. Por vida de Dios, ¿cómo puede darse ese
descrédito de nuestro turismo de “alto estanding”? Estas cosas hacen temblar la
prédica constante de los valedores del Gobierno sobre la recuperación, la
bajada de los precios del petróleo y los créditos baratos.
Al
parecer este hotel de tres estrellas va a ser subastado a causa del embargo del
Consistorio por razón del impago de impuestos. ¡Pero hombre! Sabíamos que las
pagamentas aquí son muchas y altas pero que un gran hotel de este” tronío” no
pague sus impuestos llama la atención. A ver quien aporta el medio millón del
ala y estamos en paz con Amat.
No
es solo el Portomagno. La furia subastera del Consistorio no se detiene aquí.
Parece que también le metieron mano al Hotel Bellavista y al Hotel Colonial. Y si
esto pasa con los hoteles, díganme qué ocurrirá con quien está a punto de
desahucio. Ley mordaza y tente tieso.