Javier Menezo
Letrado del SEPE
Estamos en campaña electoral. Así que, una vez más, volvemos a oír hablar de la Andalucía subsidiada. Lo
novedoso es que esta vez proviene de partidos nuevos, como si solo por serlo sus miembros también fueran nuevos en esta tierra. No es malo debatir sobre si
es cierto y en que medida, aunque de entrada extrañe que sólo se considerarían
subsidiados en sentido peyorativo a los desempleados del medio rural. Por
centrarnos en la provincia, existiría una Almería subsidiada integrada por unas
4.500 personas que son los que cobran subsidio y la renta agraria, pero no
existiría una Almería subsidiada para los 35.000 perceptores del paro
restantes. Incluso existiría una Almería subsidiada pero no una Álava
subsidiada porque aquellos subsidios proceden de la Industria.
El Roto / El País |
Este comentario elitista y un tanto despreciativo no estuvo solo en aquello de que
hay que enseñar a pescar. Lo más grande fue lo dicho por el joven profesor:
"Los subsidios son una forma muy meridional del estado del
bienestar". Si llevamos esta frase a sus últimas consecuencias los
escoceses o los daneses que reciben subsidios por desempleo, o por vivienda, o
por comida son lo más meridional del mundo y todo ello aceptando que ser
meridional sea una cosa fea. Para terminar la frase, al fin y al cabo queda
bien y compromete a poco, se dice que la solución es un cambio de modelo
productivo. No importa que el informe de marzo de La Caixa señale que la creación
de empleo en sectores de innovación alta no es un fenómeno generalizado y que
son los sectores menos innovadores, como el turismo, los que han aportado más
aumento del empleo en 2014.
Recordemos, por otra parte, el perfil de los desempleados agrícolas. La media de
edad supera los 55 años, y aumenta cada año, sin cualificación profesional y la
mayoría mujeres. ¿No deben tener sitio en el nuevo modelo? ¿Seremos todos
urbanitas? Aunque el antiguo PER está dotado en Almería con algo más de 8
millones anuales, lo que es poco para un plan de empleo, genera 200.000
jornales, mucho más que otros planes. Ha servido para evitar la desaparición de
docenas de pueblos -casi todas las calles, canalizaciones y recuperación
forestal de la Almería
interior se ha hecho con estos Planes-, facilita el acceso a la protección y el
de la mujer rural al empleo. ¿Que sería bueno que nadie tuviera que participar
en estos planes o cobrar el subsidio? Claro, ni ningún tipo de prestación por
desempleo, ni bajas por enfermedad. Pero es que esto es el Estado del
bienestar, el que atiende a sus ciudadanos en situaciones de necesidad.