Emilio
Ruiz
Una
conjunción planetaria sin precedentes, que diría Leire Pajín, se producirá esta noche a eso de las nueve. Por
una parte, el Real Madrid y el Barcelona congregarán en torno a la televisión a
1.000 millones de personas ávidas de espectáculo y pasión. Y por otra, los
andaluces conoceremos -o no, que a lo mejor eso depende de los pactos- si el
próximo inquilino del Palacio de San Telmo será la inquieta Susana Díaz, el sonriente Juanma Moreno, la locuaz Teresa Rodríguez, el confuso Antonio Maíllo o el atónito Juan Marín.
Susana Díaz y Juanma Moreno |
El
periplo electoral que hoy se inicia va a resultar cansino. Pero, si es para
bien, bienvenido sea. Y para bien significa ver si esta tierra cambia su cariz.
La Andalucía
proscrita la hemos dejado atrás. Tenemos, ahora, que afrontar los retos de la
modernidad. No queremos una Andalucía con una renta per cápita un 25 % inferior
a la española. Ni una Andalucía con un paro del 34 %. Ni una en la que el 62 %
de sus jóvenes estén parados. Ni una Andalucía que represente solo el 14 % del PIB
nacional cuando somos el 18 % de la población. Ni tampoco una Andalucía que,
para colmo, castigue a sus ciudadanos con la mayor carga fiscal de España y de la Unión Europea.
Nos
tenemos que contener ante el catastrofismo de quienes dicen que esta tierra
vive anclada en el subdesarrollo. Ante quienes dicen que es baldío el trabajo
de estos 33 años de autonomía. Pero, reconocido y valorado lo conseguido, ahora tenemos que
decir que esta Andalucía que tenemos no es la Andalucía que queremos. Ésta no es la Andalucía que queremos dejarle a nuestros hijos y a nuestros nietos. Otra Andalucía es posible y esa nueva Andalucía debe construirse a partir de
esta noche. Buenos días y buena suerte.