Nos venimos arriba

Elena Torres
Directora de Teleprensa

Dice la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría que el candidato del PP en Andalucía, Juanma Moreno, se ha venido arriba tras el debate a tres que mantuvo con sus rivales con representación en el Parlamento Susana Díaz (PSOE) y Antonio Maíllo (IU). Mira que fácil. Tras tener que digerir una a una todas las encuestas que le vaticinan un batacazo político, apenas con un debate de hora y media se viene arriba el hombre. Pues eso está bien porque hace más interesante aún si cabe la campaña. Nadie da por perdido nada.

Albert Rivera, en Almería
No es para menos. Almería que por una vez parece haberse convertido en el punto de partida de buena parte de los partidos que concurren a estos comicios y se hace de esta manera abanderada de todos de que aquí comienza el cambio, -incluso también para quienes hasta ahora nos han gobernado-,  ha podido ver en pocos días todo un desfile de primeros espadas que ya lleven décadas en esto de la política o apenas unos meses consiguen atraer al mismo número de personas ¿No es esto parea venirse arriba?

Durante años hemos asistido a un declive en esto de las campañas electorales. Nadie acudía a mitines salvo que nos llevaran de excursión y con bocadillo pagado y los partidos comenzaron a reducir de manera muy considerable sus ‘esfuerzos’ en este ámbito para reducir sus encuentros a reuniones sectoriales y convocatorias ‘obligadas’ para cargos públicos a los que, de paso, trataban de dar calor para que ‘no se les vinieran abajo’. 

Ahora, sin embargo, todo parece haber cambiado. Por el Teatro Cervantes han pasado con la misma gloria de convocatoria el propio presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy (PP), -éste lo hizo en preprecampaña-, la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, o el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera. También ya ha estado por aquí Teresa Rodríguez, la candidata de Podemos, que no ha llenado el Cervantes porque decidió hacer el acto en el patio de un colegio pero entre quienes asistieron al encuentro y quienes lo visionaron a través de redes superaron con creces el ‘pequeño escenario’ para 600 personas en que se ha convertido el viejo teatro almeriense.

Así las cosas, no es de extrañar que el personal se venga arriba. Pero no sólo quienes dan la cara para pedir el voto sino también el resto de vecinos que por primera vez en muchos años asiste a los preliminares de una jornada electoral sintiendo como nunca que su voto sirve para algo y que su participación en estas elecciones no sólo es muy necesaria sino incluso, yo diría, ineludible.