Antonio Felipe Rubio
Periodista
Me
asombra la capacidad para el olvido que nos adorna a los almerienses. La muerte
de José Vallejo Osorno ha transcendido como el somático devenir que a todos nos
conduce el final del ciclo vital; sin más. Creo de justicia y profundo respeto
clamar en las conciencias de conspicuos personajes almerienses que no debiesen
olvidar la importante y decisiva aportación de este onubense, afincado y
fascinado por una provincia que la hizo tan suya como para entregarle su cariño
y desvelos.
José Vallejo (Foto: Ideal) |
Pepe
fue, sin duda, el mejor presidente de la Cámara de Comercio, aportando los más
brillantes días de éxito, independencia y profesionalidad. Durante su
presidencia se proyectó la mejor imagen de Almería en el exterior con
inolvidables convocatorias de ExpoAgro que, además de mantener un perfil eficaz
y profesional, lograron involucrar a la población autóctona en el conocimiento
y en el aprecio de una agricultura desconocida y en ocasiones -muchas
ocasiones, demasiadas ocasiones- atacada y desprestigiada por propios
(cainitas) y extraños (envidiosos).
Pepe,
con incipientes recursos, encontró el apoyo necesario para salir de una
indigencia manifiesta que atenazaba a Almería; y lo logró gracias a su
naturalidad, sencillez y humildad. A la hora de afrontar arriesgadas empresas
nunca se arredró; todo lo contrario. Emprendió iniciativas que ahora nadie se
atrevería a afrontar.
La
campaña “Almería, sin salidas” se ubicó en el espacio temporal de PSOE en el
Gobierno central, PSOE en Junta de Andalucía, PSOE en Diputación, PSOE en
Ayuntamiento de la capital y PSOE en el 85% de los pueblos (la verdadera
conjunción planetaria) y, a pesar de este “inconveniente”, Pepe lanzó una
campaña nacional demoledora ante la inutilidad de nuestros políticos que, entonces,
con una agricultura floreciente tenía que enviar los productos a Europa por el
Cañarete, puente de Rioja y N-340… Ni que decir sobre el tren, el avión y
recursos como el agua o políticas de protección y promoción de la exportación,
etc.
Quisiera
expresar mi admiración por Pepe Vallejo y por las personas que, junto a él,
elevaron la voz, exigieron derecho, aportaron trabajo y elevaron la dignidad
lacerada de los almerienses. Y allí estaban Enrique Martínez Leyva y José María
Cosano que, entre otros, (Emilio Lucas, Verdejo, Tadeo, Capel, Guijarro…) lograron
excitar experiencias como la “Burromarcha” conectando en directo con el
inolvidable Antonio Herrero (Antena 3) para relatar el lento y tortuoso camino
de las infraestructuras almerienses. Y, como efecto colateral, escuchar a
diputados almerienses en el Congreso quejarse porque sus compañeros de escaño
les decían al ver los anuncios de “Almería, sin salidas” ¡pero qué coño hacéis vosotros
en Almería! Estos eran nuestros lamentables políticos cuando Almería más los
necesitaba.
Pero no
ha cambiado mucho el panorama. Chicote denuesta en la Sexta los tomates y el
modelo agrícola de Almería (Vallejo abogaba por el lobby agrícola que nos
hiciese respetar). C´s (Ciudadanos) pide paralizar el AVE de Almería (“Almería,
sin salidas” exigía modernización, agilidad y conectividad). Pepe Guijarro se
revolcaba en la montaña de mineral en el puerto (el PSOE quiere recuperar el
tren del mineral).
Además
del grato recuerdo de su existencia, Pepe Vallejo deja ejemplo a seguir frente
al secular silencio y sectaria complicidad.
Gracias,
Pepe. Gracias por contagiarnos esa serena rebeldía que te hacía balbucir para
expresar la rotunda contundencia con burlón ingenio y exquisita elegancia.
Siempre
en el recuerdo.
P.D.
Acabo de recibir tuit: “Alcalde propone nombre de calle en Almería para D. José
Vallejo”. Gracias por la acertada decisión.