Emilio
Ruiz
Las pésimas
relaciones que mantienen la secretaria general del Partido Popular y presidenta de
Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, y el vicesecretario de Política
Autonómica y Local del Partido Popular y diputado por Almería en el Parlamento
de Andalucía, además de senador, Javier Arenas, eran un secreto a voces en el
partido de la calle Génova. Pero, hasta ahora, las formas prevalecían sobre las
discrepancias, que eran muchas.
Cospedal y Arenas |
Hasta
ahora, decimos, porque este fin de semana María Dolores de Cospedal ha dado en
la mesa un puñetazo tan sonoro que ha sorprendido hasta a sus propios
seguidores. Se ha valido para ello de una de sus mujeres de confianza, la portavoz
del PP de Castilla-La Mancha y senadora por Toledo, Carmen Riolobos, que,
directamente, aunque sin citarlo, ha acusado a Javier Arenas nada menos que de
desestabilizar el partido.
Para
que no haya equívocos, la portavoz de Cospedal se ha manifestado a través de un
comunicado de prensa: “Los que perdieron Andalucía –dice-, esos que no han
ganado nunca o que no se han presentado a unas elecciones o, incluso, que no
saben nada de política, se están dedicando a desestabilizar el Partido Popular".
Era
frecuente que el entorno de María Dolores de Cospedal culpara a Javier Arenas
de de ser el filtrador de las batallas internas que se libraban en el partido.
Pero nunca el desencuentro entre ambos había adquirido estas dimensiones.
Porque el comunicado de Riolobos, o sea, Cospedal, no se quedaba ahí.
“A
escasos días de las elecciones autonómicas y municipales –añadía-, en un
ejercicio supino de irresponsabilidad, esos perdedores se están dedicando a
desestabilizar al partido, a su presidente, Mariano Rajoy, y a su secretaria
general, María Dolores de Cospedal, filtrando a la prensa supuestas decisiones
que sólo existen en sus cabezas".
Y
proseguía: "Este partido no puede admitir a personajes a los que les da
igual lo que pase con su presidente y con sus órganos legítimos de dirección,
los cuales, por cierto, han conseguido la mayoría absoluta en las elecciones
generales al Gobierno de la
Nación y victorias en autonómicas y municipales, a pesar de
ellos".
¿Por
qué María Dolores de Cospedal se ha manifestado, precisamente ahora, de esta
forma tan brusca? El estallido lo ha motivado el deseo de Mariano Rajoy de dar
a Javier Arenas mayor protagonismo de cara a las elecciones locales y
autonómicas del 24 de mayo. Cospedal considera que no merece un premio quien ha
sido el filtrador de las disensiones internas del partido, quien nunca ha
querido dar la cara por el Caso Bárcenas y quien ha resuelto de manera tan catastrófica
el asunto de Andalucía.
“El
Partido Popular”, dice Riolobos, o sea, Cospedal, “es enemigo de intrigas y de
intrigantes”. Ante una afirmación/acusación como esa, que es toda una tormenta
política, Mariano Rajoy no debe mirar al cielo y esperar que escampe. Algo
tendrá que hacer. Algo va a hacer. O no.