El extraño honor de cerrar una lista

Elena Torres
Periodista / Teleprensa

Es curiosa las vueltas que da la vida. Hace unos años, Juan Megino abandonaba las filas del Partido Popular porque, tras ser alcalde por estas siglas, la formación le imponía ‘ceder’ el puesto a Luis Rogelio Rodríguez-Comendador, algo que le gustó tan poco al político jiennense que decidió marcharse, fundar un nuevo partido y ‘competir’ por la Alcaldía.  El PP ya por entonces dio ‘poco valor’ al nuevo partido, GIAL, y flaco favor se hizo porque los resultados electorales le obligaron a tener que pactar para poder gobernar. Megino conseguía de esta manera ‘doblegar’ al que hasta ese momento había sido su partido.

Juan Megino
Consciente del daño que la ‘innovadora’ experiencia le causó hasta en dos legislaturas, el PP se tomó un poquito más en serio esto de las nuevas formaciones que nacen y decidió alcanzar un acuerdo que permitiera la disolución de GIAL. En este pacto, los más allegados a Megino consiguieron hacerse un hueco en sus orígenes políticos mientras otros se sintieron abandonados, defraudados, traicionados… En ese acuerdo el líder de GIAL anunciaba el fin de su carrera política activa.

Transcurrida una legislatura desde la desaparición de esta escisión, el PP vuelve a llamar a las puertas de Juan Megino, o tal vez el propio Megino se haya ofrecido a cambio de… para un ‘cierre simbólico’ de la lista de las municipales por la capital. Muchos se preguntarán qué sentido tiene esta inclusión en la lista de Luis Rogelio Rodríguez-Comendador. Yo también. Desde luego, en principio, es bastante cuestionable que su nombre arrastre votos como lo hizo en su día. Cuatro años fuera de la política es mucho tiempo. Para los jóvenes que se han incorporado al censo, Megino no es no sólo referente sino me atrevería a decir que ni conocido. Para quienes su nombre dice algo, es visible su ir y venir en busca de su propio protagonismo y no sé hasta qué punto esto es un aval o más bien todo lo contrario.

La tesis que gana adeptos sobre la razón de que Megino vuelva al escenario político es la necesidad que tiene el PP de frenar a su verdadero rival, Ciudadanos, ahora que, transcurridos los comicios andaluces , comprueba cómo buena parte de su fisura procede de una desbandada hacia la fuerza de ‘naranjito’.

Muchos no lo sabrán, ya se encargarán los populares de recordarlo, pero el candidato a las municipales por C’s, Miguel Cazorla, estuvo en las filas de GIAL con Megino, quien ya ha expresado que ve poco recorrido a la nueva formación política. Curioso cuando menos que lo diga quien tuvo el valor de plantar cara al PP y aventurarse a crear siglas nuevas, aunque en su caso estaba claro que éstas durarían lo que él estuviera dispuesto a aguantar.

No sé qué uso o abuso se hará de Megino en esta campaña pero habrá que recordar al PP que como político este médico de profesión nunca ha sido indiferente sino más bien todo lo contrario aunque ello le suponga contradecir a la ‘autoridad’ del momento, por lo que está por ver si de esta ‘jugada política’ sacará algún beneficio. Desde luego, lo que hasta el momento han hecho uno y otro es mostrarnos una cara que muy poco se acerca a la del político hoy más buscado por el ciudadano y es la de aquel que busca trabajar por el bien común.