Antonio
Quesada
@AntonioFQuesada
Imagine
que vive en Almería. Imagine que puede volver al pasado. Imagine que ha vuelto
a 2011 junto a Amelia Folch, Alonso de Entrerríos y Julián Martínez. Imagine
que se ha unido al equipo del Ministerio del Tiempo. Imagine que tiene que
impedir que en 2015 los almerienses tengan unos trenes propios del siglo
pasado. Imagine que tiene que conseguir que el PP cumpla todas las promesas que
están escuchando, durante los meses anteriores a noviembre de ese año, los
almerienses.
Imagine... |
Si
la historia no experimenta ningún cambio, el futuro Gobierno de Rajoy no
cumplirá ni una sola de las que ha hecho. Entre ellas, mejorar las conexiones
por ferrocarril. Si eso ocurre, habremos retrocedido décadas en tan solo unos
pocos años. De vuelta al Ministerio, imagine que le cuenta a Salvador Martí, al
subsecretario de Misiones Especiales, que en Almería suceden cosas muy raras.
Imagine
que le susurra al oído que, nada más subir al tren, los almerienses entran en
un bucle espacio-tiempo insuperable que les hace viajar a la velocidad que
alcanza un carromato. Imagine que ese tren le lleva a Sevilla pero que se tiene
que bajar en Granada. Imagine que después tiene que subirse en un autobús y
volver a bajarse en Antequera para, a continuación, volver a subirse a otro
tren y llegar a su destino.
Imagine
que no se marea. Imagine que no le entra un apretón y pierde alguno de los
trasbordos. Imagine que es una persona educada y nunca ha insultado a nadie. Imagine
que es Escarlata O’Hara y que pone a Dios por testigo que nunca volverá a pasar
por lo mismo, ni usted ni ninguno de los suyos.
Ahora
trate de imaginar por qué Almería tiene un alcalde al que lo que único que se
le ocurre es enviar una carta al Gobierno para pedir que se solucione esto.
Imagine que debe ser una broma de mal gusto porque el alcalde es también
senador y vuela todas las semanas a Madrid. Imagine que, si es así, la carta no
viaja en tren…