José Luis Laynez
Corresponsal deportivo
Uno de los informadores que participaron en el incidente ocurrido en la sala de Prensa del Almería tras el partido con el Eibar, José Luis Laynez, ha enviado al diario La Voz de Almería la carta que por su interés reproducimos:
Ante
el cúmulo de inexactitudes y falsedades que circulan en las distintas redes
sociales sobre el incidente acontecido el pasado domingo en la sala de prensa
del Estadio Mediterráneo entre el técnico del Éibar, señor Garitano, y tres
informadores deportivos de esta ciudad, deseo puntualizar y explicar lo que
allí sucedió, como implicado que estuve en el mismo.
La polémica no cesa |
1.
Quien esto escribe se encontraba en dicho lugar como informador de una Agencia
deportiva radicada en Barcelona.
2.
La primera pregunta le fue formulada al señor Garitano en euskera y su
respuesta fue en idéntica lengua.
3.
Al finalizar, sin ser interrumpido en ningún momento y al no haber traducción,
dos informadores le pidieron que hablase en castellano.
4.
El jefe de prensa de la
U.D. Almería les reprendió su actitud y mandó continuar la
rueda de prensa.
5.
La segunda pregunta también le fue formulada en euskera y, cuando comenzaba a
responder, quien esto escribe dejó el bolígrafo sobre el apoyabrazos de la
banca que ocupaba ante la imposibilidad de escribir nada. En ningún momento lo
interumpí ni de palabra ni gestualmente.
6.
Al oír el ruido del bolígrafo, el señor Garitano me preguntó airadamente: “¿Qué
es, qué pasa, pasa algo?”, como puede comprobarse en las grabaciones
existentes.
7.
Ante su pregunta, yo respondí: “Pasa que no nos enteramos. ¿Podía hablar usted
en castellano para que lo entendiésemos todos?” Todo ello en tono educado, como
ha sido siempre mi proceder a lo largo de mis 57 años.
8.
Sin mediar ninguna otra palabra, el señor Garitano abandonó la sala de prensa.
En
redes sociales circulan vídeos en los que puede apreciarse la total exactitud
de lo que explico. Pero claro, la cadena siempre se rompe por el eslabón más
débil y es más fácil y demagógico satanizar a dos o tres informadores de la
humilde Almería que a un señor entrenador de Primera del País Vasco, con todo
lo que ello supondría.
No
sé qué actitud puede considerarse más incorrecta: responder educadamente a la
pregunta que él me formuló (“¿qué pasa, pasa algo?”) y pedirle que, a ser
posible, continuase la rueda de prensa en castellano o dar una rebotá y
marcharse airadamente. No
obstante, quiero dejar bien claro que jamás ha estado en mi ánimo molestar ni
al señor Garitano ni a la entidad que representa y mucho menos a los
vascoparlantes.
Concluyo.
Para nada pretendo polemizar más sobre un tema que ya se ha sobredimensionado
en exceso. Aunque me han ofrecido sus micrófonos tres televisiones de ámbito
nacional, he rechazado hacer declaraciones para no echar más leña al fuego. Quien
me conoce sabe que soy persona educada y respetuosa y carezco del más mínimo
afán de protagonismo.
Reitero
mis disculpas a quien pueda haber molestado inintencionadamente. Únicamente
remito este escrito a La Voz y a ningún otro medio de comunicación y con él doy por cerrado el tema. Quien
quiera seguir recurriendo a la descalificación y el insulto fácil y demagógico,
tiene el campo libre; y a los muchos amigos que me han apoyado en tan amargo trance
(al menos para mí), muchas gracias. Punto y final.