Antonio Felipe Rubio
Periodista
De entre las travesuras de la pubertad
existía la ignominiosa e insalubre del agarejo. Como variante atenuada se
practicaba la acción sorpresiva de prender la mano del desprevenido y pasarla
por la bragueta al grito de ¡Alcalde pa to la tarde! El efecto deseado era el
de mostrar oportunista habilidad frente a una confiada actitud de la víctima
que quedaba en humillante estupefacción ante el resto de la chiquillada.
La pretensión de Cazorla (Ciudadanos) de que
cada año ostente la alcaldía cada uno de los partidos que obtuvieron concejales
viene a ser una aportación tan original que no encuentra parangón en la
prolífica maldad de púberes de los sesenta; siquiera en la literatura de Sun
Tzu, Nicolás Maquiavelo, Dante Alighieri… o las alambicadas maniobras de las
contendientes casas de Orsini, Farnesio, Sforza y Borgia.
Miguel Cazorla |
La pretenciosa aseveración de que el pueblo
nunca se equivoca es un complaciente argumento válido para aquellos que ven
oportunidades de componendas en resultados abiertos, geometría variable y
aritmética posibilista. Algo así como un balón dividido en la media luna del
área.
La pretendida reforma de la Ley Electoral
será una permanente asignatura pendiente mientras existan partidos políticos
que desoigan a una abstención creciente y a las tendencias occidentales. Es la
festividad conjunta del Día de la Marmota y Santa Bárbara.
El pueblo jamás se sentirá concernido si de
sus decisiones se interpretan componendas, frentes anti, cinturones sanitarios,
revanchas, recompensas… hasta llegar a lisérgicas aventuras que conllevan un
inútil sufrimiento e innumerables oportunidades perdidas. Y es que,
lamentablemente, no hay más opción que el escarmiento para reconocer los
errores cometidos. Así, una temporada de demagogia, populismo e insensatez
supondrá la desagradable sorpresa del fraude de los salvapatrias y el peligro
de radicalizar las opciones alternativas.
A las revoluciones comunistas con
acento bolivariano le sucede una irracional resistencia sectaria y, para los
demás, la administración de inseguridad jurídica y pobreza universal. Toda una
oportunidad para tirar por la borda los indicios de recuperación, espanto de la
inversión y descrédito en Europa. Lo peor de las experiencias revolucionarias y
populistas es la aparición de radicales de la extrema derecha que, ante la
indefinición y tibieza de una oferta centrista acomplejada, buscarán el apoyo
del escarmiento.
Una vez más, Rajoy fundamenta el fracaso de
las elecciones en la ausencia de comunicación, falta de proximidad al ciudadano
y carencia de ofertas amables. Ya es la enésima vez que el PP recurre al
argumento de la comunicación; pero el problema no es la comunicación, es el
desparpajo a la hora de comunicar. El PSOE no tiene complejos y comunica tanto
como el PP, pero con resultados bien diferentes. En cuanto a la proximidad, el
ciudadano pasa más tiempo frente al ordenador, la televisión y el Smartphone
que codeándose con un concejal.
La “proximidad” es el grado de penetración a
través de los medios de comunicación que, en algunos casos (La Sexta, Cuatro), se han dedicado a la generación de caudillos alternativos que se
interpretaron como inocuas anécdotas frikis.
En la mar el temporal es consecuencia del
rumbo, intensidad, persistencia y fetch. El rumbo era claro; la intensidad, notable;
la persistencia, abrumadora y un horizonte diáfano para desencadenar el oleaje
que ahora les revuelca.