Joaquín Abad
Exdirector de La Crónica de Almería
El batacazo, la hostia, ha sido mayúscula aunque
anunciada desde hacía meses. Todos, excepto el tándem PP-PSOE lo tenían claro.
Cien mil concejales marcharán a sus antiguos empleos, cuando no al paro,
dejando su sillón, su coche oficial, su secretaria, su despachito, su sueldo,
al joven de Podemos, al joven de Ciudadanos, que les ha arrebatado lo que era
suyo. Pero antes de que tomen posesión, habrá que destruir documentos
comprometidos.
Esperanza Aguirre (Vanitatis) |
En Génova, que ya tienen experiencia hasta en
borrar discos duros como en los portátiles de Bárcenas, las caras están como de
cartón piedra, para no molestar a un Rajoy al que consideran culpable de la
hecatombe por su carácter indeciso y no haber cumplido con lo prometido cuando
arrasaron hace cuatro años. Ya no tiene remedio y el panorama para las
Generales, cuando el inquilino de La Moncloa tenga a bien adelantarlas para
frenar la sangría que se avecina, es desolador para otros cientos de miles de
altos cargos que perderán sus prebendas.
Las encuestas, el CIS, parece que no fue fino en
sus últimos sondeos. Vaticinaba una caída de Podemos y ascenso imparable para
Ciudadanos. No ha sido así, como se ha comprobado, y cientos y cientos de
municipios estarán a lo que decidan los chicos de Pablo Iglesias, como en
Barcelona, donde una antisistema puede llegar a arrebatar la alcaldía a CiU.
Y en Madrid, la lideresa, la condesa, Esperanza
Aguirre no ha ganado. Se acaban los 24 años de poder de la derecha en la
capital del reino. Ojo, porque a lo mejor Manuela Carmena y los de la coleta
empiezan a levantar las alfombras y lo que no ha borrado la trituradora aparece
en los diarios digitales, para vergüenza de Botella y Gallardón, este último en
su despacho vitalicio, con coche oficial y chofer vitalicio, con secretaria y
sueldo vitalicio por haber sido presidente de la comunidad. Unos al paro y
otros a vivir, para siempre, sin trabajar, sin dar palo al agua, de la teta de
lo que pagan con sus impuestos todos los españoles que trabajan.