Si la culpa va a ser del rey Jairán...

Laura Rodríguez-Carretero
Candidata a la alcaldía de Almería por UPyD

Como vecina de Almería, me resulta un insulto que la Junta venga a decirnos que la alcazaba se cae porque hace 31 años se hizo mal una restauración. También me resulta impropio que se eche la culpa de la caída de la muralla a las obras del Mesón Gitano, y que conste que el “muraco” que hay no es “santo de mi devoción”, pero al César lo que es del César.

Se cae a pedazos
Lo cierto es que a la Junta de Andalucía se le ha ocurrido echar la culpa a una restauración que se hizo hace 31 años, sabiendo que desde esa reparación no ha invertido ni un euro en la conservación de la Alcazaba; solo le ha faltado presentar una demanda al rey Jairán, haciéndole responsable de no haber construido bien la Alcazaba y que por eso se ha caído parte de la muralla, teniendo que cerrar sus puertas.

La alcazaba de Almería, ha sido siempre un monumento singular, aunque hasta los años 40 nadie había mostrado interés por este patrimonio. Es entonces cuando con un fin meramente turístico comienza su rehabilitación. El boom turístico arrastra sucesivas restauraciones y se crea un Patronato para apoyar su uso y promoción. Hace 31 años el bien en cuestión pasa a ser propiedad de la Junta. Aunque el patronato no se disuelve, sus fondos económicos “se disipan” y comienza un calvario de promesas incumplidas y de deterioro acelerado que ha llevado en la última semana a la caída de piedras de la muralla y al cierre del monumento.

Desde mi punto de vista si un vecino lleva 31 años sin restaurar su casa, no debería echarle la culpa al albañil que hizo la última restauración, sino que debería ponerse a preparar el proyecto y la inversión necesaria para restaurar todo lo que durante 31 años se ha venido deteriorando y no ha reparado.

La muralla sur (de la que se han venido abajo las piedras) no es la que peor está, ya que aunque la muralla norte se ve menos está mucho más deteriorada y precisa de importantes actuaciones. Los vecinos de Almería deberíamos de plantarnos y no dejar que la Junta de Andalucía nos ningunee, ni permitir que nuestro Ayuntamiento siga hablando de otras cuestiones sin hacer nada para proteger nuestro patrimonio histórico y cultural.