Pedro
M. de la Cruz
Director
de La Voz de
Almería
El
viernes amaneció cálido. Después del café y el primer Lucky de la mañana -joder,
a ver si lo dejo de una puta vez-, Javier Romero recorrió a pie los apenas
ochocientos metros que separan el portal de su casa de la redacción. Cogió el
ascensor y llegó a la segunda planta. Encendió las luces, conectó el ordenador
y sintonizó la radio. El reloj marcaba las seis y, poco a poco, la negrura de
la noche comenzaba a diluirse en la luminosidad anunciada del día.
Los 21 grados que marcaba el termómetro del
edificio Laura presagiaban un día caluroso. Después de repasar los
periódicos se acercó a la ventana. Mientras miraba los coches cruzar el puente
de la avenida del Mediterráneo regresó a la incertidumbre del atardecer del
jueves. La postura de Ciudadanos en el Pleno de investidura continuaba siendo
un interrogante, aunque la lógica política inclinaba a no esperar sorpresas. “Bueno”,
se dijo, “espero y llamo a Cazorla a ver si despeja la incógnita y confirma su
abstención. Sería un buen tema para abrir el informativo”.
A las 8:09 marcó el número del móvil y
saltó el contestador. A las 8:14 volvió a intentarlo, también sin éxito
pero con respuesta escrita: “Estoy reunido, te devuelvo la llamada”. Intenta
buscar otras vías de confirmación en los otros protagonistas. Luis Rogelio y
Pérez Navas le aseguran no saber nada. Diez minutos más tarde, a las 8:31, una
fuente de solvencia contrastadísima marca su móvil:
“Javier, Ciudadanos votará a Pérez Navas en
Almería y a Antonio Fernández en Cuevas. En Roquetas se abstendrá y
gobernará Gabriel Amat”.
Eran las 8,32. La bomba acababa de
estallar. Un segundo más tarde llama a Cazorla. “El teléfono está apagado o
fuera de cobertura”, dice la voz anónima. Nueve minutos más tarde insiste.
Silencio. Llama entonces a Luis Rogelio y a Pérez Navas. Comunican. Un minuto
antes de entrar en directo hace un último intento a la desesperada. Cazorla
coge el teléfono, pero no es él el que responde. Es David Estrada, jefe de
comunicación de Ciudadanos. “No te puedo decir nada, solo que vamos a convocar
una rueda de prensa a las 12,30” .
Ya en el estudio llama a Pérez Navas: “No
te puedo decir nada”. La solvencia absoluta-absoluta de la fuente, la
convocatoria de prensa de Ciudadanos y el “no puedo decir nada” de Pérez Navas
(no es lo mismo “no sé nada” que “no puedo decir nada”) no dejaban lugar a
dudas. Ciudadanos votará a Juan Carlos Pérez Navas para la alcaldía.
La primicia de la Ser y lavozdealmeria.com
había costado, pero ya estaba en el aire y en la red. En aquel momento entre
los miles de oyentes de la Ser
había al menos cinco personas a los que la noticia de Javier Romero no
sorprendió. Luis Rogelio, Pérez Navas, Sánchez Teruel y Gabriel Amat habían
conocido la decisión minutos antes a través de su protagonista. Miguel Cazorla
habló con los cuatro esa mañana para comunicársela.
A Rafael Esteban lo llamó después.
Aunque la propuesta de apoyo a Pérez Navas fue aprobada en la junta directiva
provincial del miércoles y enviada por email a Barcelona a las 8,15 de la
mañana del jueves, no fue hasta las 0,26 del viernes cuando José Manuel
Villegas, número 2 de Ciudadanos, llamó a Cazorla para darle el plácet.
El líder de Ciudadanos apagó el móvil y
no se fue a la cama hasta las cuatro de la madrugada. Intentó dormir, pero
treinta minutos más tarde se levantó. Le resultaba imposible conciliar el
sueño. Entonces decidió elaborar unas notas para la rueda de prensa que tenía
previsto celebrar a media mañana. A las seis se marchó a su empresa, en
Pechina.
Hora y media más tarde entraba en la sede
del partido en la calle García Alíx. El momento de comunicar a quienes
esperaban con inquietud su decisión había llegado. La primera llamada fue a Pérez
Navas. El reloj marcaba las 8,26 y le comunicó que sería el nuevo alcalde con
su apoyo. No pidió nada, solo se desearon lo mejor.
Tres minutos más tarde -8,33- llamó a
Sánchez Teruel. Estaba en la ducha y no pudo cogerlo. Insistió. Sin respuesta.
Marcó entonces el móvil de Luis Rogelio. Eran las 8,34. La conversación apenas
duró dos minutos. En pocos más de 120 segundos Cazorla le dijo que su voto iría
a Pérez Navas. “¿Por qué?”, le preguntó Luis. “Porque hay casos de corrupción
denunciados, como los de las obras del Mesón Gitano o la compra de votos por
correo y otros que pueden salir”. “Pero no hay ningún concejal imputado, no
tiene sentido. Si se produjera alguna imputación, que no se producirá porque no
hay motivo, actuaré de acuerdo con el pacto que hemos firmado. En cualquier
caso, Miguel, ¿hay posibilidad de reconsiderarla?”. “No. Es una decisión firme.
Adiós”.
Dos minutos más tarde -8,40- Teruel
devolvió la llamada. “Vamos a votar a Juan Carlos y ya se lo he dicho a él
y al alcalde”. Tres minutos después -8,43- habló con Gabriel Amat y le informó
de la situación. A las 8,50 el informativo de la Ser hacía dueños de la noticia a sus oyentes. La
historia política de la capital cambiaba inesperadamente de rumbo. El
definitivo comenzará hoy a partir del mediodía. Y ya sí que no habrá vuelta
atrás. La duda de veinte días de teatralización se alejará del escenario y
dejará su espacio a la certeza.