Juan Torrijos
Periodista
El
PSOE, con su secretario general a la cabeza, respondió como de él y su partido
se esperaba. No era legal, para un partido que le pide limpieza democrática a
sus dirigentes, el permitir que Rogelio asumiera en el nombre del Partido
Socialista la alcaldía de Albox. Cierto que el PP se pasa estas cosas por el
forro de sus caprichos, ahí están las situaciones en pueblos como Fines y
Taberno. Pero la diferencia entre uno (PSOE) y otro (PP) en algo se tenía que
ver.
Rogelio Mena |
El listón rojo de la imputación no es aceptable (y por aquí jamás lo hemos
defendido, cualquiera puede serlo y sin motivo justificado) pero una sentencia
condenatoria como la recibida por el alcalde de Albox, por muy recurrida que ésta
pueda ser, no se la puede pasar una sociedad democrática por el forro de sus
caprichos políticos. Algunos lo hacen, es cierto, pero demuestran su talante.
Cuando Rogelio Mena se marcha del PSPE para seguir siendo alcalde de Albox se
pone a la misma altura que los regidores de Fines o Taberno. Cuando José Luis
Sánchez Teruelle dice a Rogelio que si se presenta le expulsará del partido,
está marcando la clara distancia democrática que le separa del PP y de Gabriel
Amat.
Ese tendría que ser el camino de la renovación democrática. Si lo que ha
hecho el PSOE con Albox hubiera sido comunión diaria con el resto de los
dirigentes que se han visto en situaciones similares, es posible que el ciudadano
no hubiera perdido la confianza en los partidos y en los políticos. Ponerse de
perfil, como se ha hecho hasta ahora y como sigue haciendo el PP, ha
provocado el que los emergentes aparezcan con su intento de renovación y
transparencia democrática.
Lo siento, señor Mena, pero no me creo nada de lo que
nos ha contado sobre sus inocencias (tiene aún mucho que explicar sobre viajes,
dietas, bocadillos de morcilla y platos de calamares) y me parece impú- dico
por su parte que haya llevado a sus compañeros de lista y militancia política a
compartir una condena que solo es suya. Señor Mena, solo suya. Lo siento por
ellos.
Y por último, ¿cree usted de verdad que se merecen los vecinos de Albox
tener a un alcalde condenado por falta de democracia interna en el Ayuntamiento?
Echar a la oposición del pleno de su investidura sólo demuestra el desvarío que
puede vivir el consistorio por usted presidido.