Juan Folío
La Opinión de Almería
A Eugenia la China Suárez el
éxito y la popularidad le acompañan desde que era muy chiquitita. Pero este año
2015 se planteó un nuevo reto del que tenía dudas sobre cómo iba a salir: su
debut como actriz de la pantalla grande. El filme elegido ha sido ‘Adzurdah’.
Y el éxito no ha podido ser más apoteósico. En tan solo cuatro días, del 4
a 7 de junio, por los cines argentinos han pasado nada menos que 372.918
espectadores. Según la consultora Ultracine, ‘Adzurdah’ se ha convertido en la película
argentina más vista esta semana, desde su estreno el 4 de junio y en la segunda
película más vista en Argentina en lo que va de 2015.
La película
se basa en una historia real y autobiográfica sobre la vida de Cielo
Latini, una adolescente con problemas sociales que se enamora y obsesiona con
un hombre mucho mayor que ella, al que conoció por internet y tras no poder
superar la ruptura se hunde en la depresión y la anorexia.
Escapada a Madrid a saborear el éxito de 'Abzurdah' y el cumpleaños de David |
La promoción de la película ha coincidido con el
cumpleaños de David y sus actuaciones en Holanda. Por eso, las felicitaciones
mutuas las han tenido que realizar por las redes sociales. Pero la China ha buscado un hueco para hacer
una escapada a Madrid y vivir el éxito junto a David.
Los compromisos profesionales de Eugenia Suárez
y David Bisbal les obligan a vivir mucho tiempo separados. Pero ellos no
quieren que la distancia sea un impedimento para el arraigo del amor que se
profesan. Por eso se han propuesto que la distancia de kilómetros no sea un
obstáculo para estar juntos todo el tiempo posible.
“Vivimos juntos”, ha declarado Eugenia más de
una vez, “aunque los compromisos nos obliguen a separarnos con frecuencia, pero
eso no va alterar nuestra unión”. La pareja ha acordado establecer en Madrid su
punto de partida. Tras sus viajes, la vuelta siempre será a Madrid.
La
hija de la lágrima
Rosa
Gronda / El Litoral
Es
importante aclarar que con “Abzurdah” estamos ante un fenómeno híbrido,
interrelacionado con lo sociológico y lo psicológico, que trasciende al cine.
Proviene de un best-seller del 2006, muy seguido por adolescentes, las que
ahora también agotan funciones en todas las salas cinematográficas del país.
Tanto el libro como la película insisten, desde un principio, en que no se
trata de una guía para ser anoréxica o de cómo dejar de serlo, sino más bien de
una historia de amor y de dolor, desde el punto de vista de una adolescente.
Sin embargo, el abordaje de la bulimia y la anorexia, cualquiera sea el soporte
utilizado, no escapa a generar opiniones encontradas, mientras en el mundo
aumentan las campañas de prevención de trastornos alimentarios pero también -y
con una magnitud incluso más grande- la cantidad de jóvenes que los padecen.
La
historia refleja el devenir de una chica de 17 años que, a fines de los
noventa, conoce por chat a un muchacho bastante mayor que ella, con el que
inicia una pasión enfermiza. Paradójica pero acertadamente el film mantiene un
tono lejos de la turbiedad, luminoso, mostrando la relación con una cuota de
inocencia propia del carácter iniciático de la experiencia. Pero cuando el
idilio se rompe, la joven empieza un proceso de obsesión que devendrá en
comportamientos patológicos y peligrosos, con una serie de trastornos
alimentarios de los que por momentos hasta parece sentirse orgullosa.
El
libro y la película son un recorrido hacia las antípodas del cielo y luego un
sorpresivo salto hacia una mejoría sin muchas explicaciones. Una salida del
infierno que no está clara. La obra no es una guía para encontrar la luz y
puede resultar inconveniente para chicas que aún no tengan una personalidad
definida y mucho menos para chicas con autoestima baja que lo puedan tomar como
una guía para autodestruirse, porque no están claros los límites entre el
padecer y el goce.
Hablando
de cine y de literatura, nos encontramos con una adolescente que también como
en “Tuya” o “El hombre de al lado” pertenecen a familias acomodadas, rodeadas
de confort y contenidas por sus padres que vigilan según sus propios cánones
pero no conocen el de sus hijas. “Abzurdah” muestra el progresivo deterioro de
su protagonista sin jamás juzgarla, limitándose a retratar su accionar
degenerativo, sin justificarlo ni condenarlo.
Sincera
y frontal
Así
como el libro tiene un vocabulario que los adolescentes pueden comprender,
cinematográficamente también se busca claridad, explicitud aun de lo oscuro o
volviéndolo menos oscuro al exhibirlo. Con una narración sin respiro, bien
hilvanada, que sabe mantener el interés del espectador y no invierte en las
escenas más tiempo del necesario. Aunque es evidente una construcción demasiado
acelerada y un final muy abrupto, con una intensidad menor a la exhibida hasta
entonces. Este quiebre coincide con los entrecruzamientos entre la historia y
la divulgación, como lo demuestran los datos finales sobre los alcances del
trastorno alimentario que aportan una pátina de moraleja con tono autocrítico.
En
general, se advierte la decisión de hacer una película respetuosa con la dureza
de la novela y la elección de Eugenia Suárez en ese sentido es ideal, ya que se
trata de una actriz con llegada masiva, que demuestra estar a la altura de las
circunstancias en un rol intensamente dramático.
“Abzurdah”,
pese a sus pretensiones comerciales y su protagonista de fama televisiva, nunca
cede a la tentación de volverse fácil o sencilla. Filmada con sobriedad y
cuidada elegancia, con un elenco que en general no desentona, la película
propone un acercamiento sincero y frontal al mundo del caos adolescente. Esa
honestidad de evitar concesiones que podían haberla vuelto más comercial o
atractiva a costa de distorsionar su “verdad” es lo que la convierte en una más
que digna propuesta.