Manuel León
Redactor-Jefe de La Voz de Almería
El
Consejo de Administración de Agrupaejido, una de las mayores comercializadoras
hortofrutícolas del campo almeriense con sede en El Ejido, ha decidido romper
las negociaciones que mantenía con las entidades financieras acreedoras para
reestructurar la deuda con quitas consensuadas. De hecho, según fuentes financieras, Agrupaejido está en situación de
preconcurso desde hace un mes y en los próximos días entrará en concurso
voluntario de acreedores.
El presidente del Consejo de Administración y accionista de casi el 100% del
capital, Cecilio Guillén, ha destituido al director general de la compañía y al
director financiero, quienes fueron nombrados por el propio Consejo en consenso
con los bancos acreedores. Según estas mismas fuentes, Guillén y el consejero delegado, Francisco Juárez,
han actuado de espaldas al pool bancario compuesto por 15 entidades con el que
firmaron un préstamo sindicado en julio de 2010 por valor de más de 100
millones de euros, y han actuado por su cuenta y riesgo sin cumplir con las
amortizaciones.
Agrupaejido |
Añaden estas mismas fuentes del sector financiero que la situación de
Agrupaejido con los bancos acreedores es muy similar a la que mantiene Grecia
con la UE. Aunque
matizan que la alhóndiga mantiene un Ebitda (beneficio de explotación) positivo tras haber desinvertido en algunos activos no estratégicos y haber vendido la
nave de Cehorpa a Costa de Almería.
Sin embargo, otros factores como la falta de transparencia en la gestión del Consejo, la mezcla de sociedades y compromisos de pago no reconocidos en el momento de la firma del préstamo han ensombrecido su ansiada recuperación financiera. Agrupaejido hizo inversiones también en otros sectores como el inmobiliario y, a través de su principal accionista, en el segmento de las cremas y geles de baño.
Cuando el pool bancario llegó a un acuerdo para evitar la caída en picado de la compañía, Agrupaejido acumulaba ya un mes sin pagar a sus agricultores. El acuerdo, por el bien del sector agrícola en general, consiguió darle aire a esta emblemática corrida almeriense que cuenta con seis centros de venta. Sin embargo, la actuación del Consejo de espaldas a las propuestas de la dirección, según estas mismas fuentes financieras, ha propiciado que Agrupaejido no haya podido salir de su propio laberinto de deudas.
En el momento de la firma del préstamo, Agrupaejido facturaba 140 millones de
euros con 3.200 agricultores fidelizados, 1.200 empleados de media al año
y ocupaba la séptima posición en el ránking empresarial de la provincia. En
2014 cerró con 90 millones de cifra de negocio, 500 empleados de media y con el
puesto 19 en el ránking.
El préstamo sindicado que salvó a Agrupaejido de ir a la quiebra fue una de las
mayores operaciones crediticias de la provincia con Cajamar como agente
financiero de la operación. El crédito llevaba implícito un plan estratégico elaborado por Price Waterhouse
con desinversiones en activos no funcionales y con expansión hacia nuevos
mercados exteriores como Brasil y Emiratos.
Comunicado de Agrupaejido
Con motivo de la
refinanciación llevada a cabo con Cajamar y otras entidades bancarias se
impusieron a AgrupaEjido y sus accionistas durísimas condiciones financieras
con la contraprestación de la seguridad de trabajar en interés de la viabilidad
de la compañía. Sobre tal base se aceptó, incluso, por el Consejo de
Administración de AgrupaEjido, nombrar como Director General a la persona que
exigió el Pool bancario, dándole plenos poderes.
Los accionistas y consejeros
asumieron todos los sacrificios personales posibles, comprometiendo la
totalidad de su patrimonio y cediendo la administración de la entidad, única y
exclusivamente con base en esa absoluta seguridad del Pool bancario de que los
Directores Generales impuestos (y el equipo que ellos impusieron en la empresa)
trabajarían en favor de la viabilidad de AgrupaEjido.
Sin embargo, a principios de
2015 se empiezan a ver actitudes que evidencian que lo que se ha hecho es algo
muy distinto: trabajar exclusivamente en beneficio del Pool bancario, mejorando
sus garantías, anticipando cobros millonarios en perjuicio de la tesorería de
la entidad y facilitando gastos de comisiones en operaciones bancarias
innecesarias para la empresa y sobre la base de una política de desinversión en
contra de todos los intereses de la compañía y en favor exclusivo de las
entidades bancarias, llevando a AgrupaEjido a una situación preconcursal, pero
asegurándose de hacerlo en un momento en el que no fuesen posibles acciones de
rescisión de estas operaciones bancarias, con desprecio absoluto a los
intereses de la compañía mercantil.
Ante la constatación de estos
hechos, muy graves, unidos a una posición del Pool bancario de total bloqueo de
cualquier negociación en términos mínimos de razonabilidad, se ha tomado la
decisión por el Consejo de Administración de AgrupaEjido de destituir al
Director General e iniciar frente al mismo y otros responsables de Cajamar
acciones penales por estafa y administración desleal.
El Consejo de Administración
considera que la compañía tiene viabilidad y que con un equipo que trabaje en
favor de la misma, y no en favor de los intereses del Pool bancario, puede
conseguir superar la situación a que estas actuaciones la ha conducido y espera
que los responsables de dicho Pool sean consecuentes con la realidad social y
laboral de la empresa y con el Plan de Viabilidad de la misma, no incurriendo
en actuaciones de bloqueo irresponsables para conseguir llevar a la entidad a
su desaparición, con las consecuencias inherentes de pérdidas de empleo y daños
a una multiplicidad de trabajadores y proveedores para cuya subsistencia es
esencial la de AgrupaEjido.
En contra de lo que fuentes de
las entidades bancarias han transmitido a la prensa, el Consejo de
Administración manifiesta que la verdad es que los niveles de facturación
previsibles sí pueden hacer sostenible y viable la entidad si las decisiones
que se adoptan no están orientadas al lucro de dichas entidades, sino a
asegurar la viabilidad real de AgrupaEjido, sin que ello sea óbice al
cumplimiento de sus compromisos.
Comunicado
de Cajamar
Agrupaejido
se encontraba al borde la quiebra en julio de 2010 como consecuencia de
inversiones fallidas realizadas por su principal accionista, Cecilio Guillén,
en el sector inmobiliario y en el sector del perfume. Estas operaciones,
completamente ajenas a su actividad empresarial originaria, llevaron a pérdidas
a la comercializadora hortofrutícola, que no podía hacer frente al pago de las
liquidaciones mensuales de sus agricultores.
Ante
esta situación, por el bien del sector agrícola, Cajamar lideró un acuerdo con
las demás entidades bancarias para hacer posible el rescate de Agrupaejido,
mantener sus puestos de trabajo y dar servicio al campo almeriense. De este
modo, mediante un crédito sindicado por importe de más 100 millones de euros,
se evitó la caída de la empresa.
Cinco
años después, ante el incumplimiento de los pagos acordados, se ha puesto sobre
la mesa un nuevo plan de reestructuración de la deuda que ha sido rechazado por
Cecilio Guillen, lo que aboca a la empresa a su entrada en concurso de
acreedores y dado el alcance de la misma, más de 70 millones de euros, la conduce
a una más que probable liquidación.
Fuentes
de Cajamar aseguran que de haberse llegado a un acuerdo, si Cecilio Guillén
hubiese aceptado las alternativas y el nuevo plan de restructuración propuesto
por las entidades bancarias, la empresa podría haber pagado a sus trabajadores
y a sus agricultores y haber continuado desarrollando su actividad la próxima
campaña. Ahora, como consecuencia de la ruptura de la negociación y la
entrada en concurso de acreedores, los bancos no pueden hacer nada más y junto
a los trabajadores, agricultores y demás proveedores, se convierten en otros
afectados por la deuda de esta empresa comercializadora.