El diputado de proximidad

Elena Torres
Directora de Teleprensa

No sé si el calor nos reblandece demasiado el cerebro, la desgana de tanto tropiezo electoral en Andalucía hace mella en el Partido Popular o ambas cosas a la vez, pero lo cierto es que ante grandes males, deben pensar algunos, salidas grandilocuentes.

El presidente regional de los populares, Juanma Moreno, un hombre al que le está costando que la gente lo reconozca y encima lo relacione como el nuevo ‘líder’ del PP andaluz, consciente del escaso encanto que los de sus filas levantan en la plebe ha ideado crear una nueva figura: el diputado de proximidad.

Juanma Moreno
Ya sólo el enunciado le pone a uno los pelos de punta. Nunca hubiera creído que un representante del pueblo necesitara precisamente de un intermediario para acercarse a la gente que le tiene que votar. En mi ingenuidad yo creía que quien opta a tener un cargo público es alguien con capacidad para conectar con el mundo en general, que gusta de patearse las calles, escuchar a la gente y tratar de hacer una composición de lugar de las necesidades que hay para luego elaborar unas líneas de acción que den soluciones, resuelvan incertidumbres y hagan más amable la vida de todos. 

Pero parece que no. Que en el PP esto no sucede así. Deben ser las cosas de los ‘dedazos’, que uno pone o quita a uno u otro en función de gustos, amiguismos, compadreos y no por sus capacidades, si no, no se entiende la ocurrencia. Tal vez el PP debería ser un poco más sencillo y en lugar de dar bonitas definiciones para sandeces empezar a plantearse que cada cargo público que salga de sus filas debe ‘penar’ previamente en un proceso de elección. Si alguien es capaz de superar un proceso de primarias limpio dentro de sus filas, a base de ‘conquistar’ a los suyos con sus propuestas y dotes de liderazgo y luego ‘asaltar’ la calle para darse a conocer y ya de paso enterarse de cómo vive la gente, sus inquietudes y problemas y si encima tiene salidas y propuestas para solucionar o allanar el camino a las personas no sería necesario buscar mediadores. Y los resultados a buen seguro serían mucho mejores, o no, que tal vez lo que pasa es sencillamente que sus propuestas no gustan. 

El problema es que hay mucho político de despacho, que sólo sale a la calle en campaña electoral o se sienta a dialogar con quien dice representar a uno u otro colectivo. Pero ya se sabe que las inquietudes son muchas y no todas están regladas por un agente que les represente. Que hablar con una asociación de vecinos no es hablar con los vecinos, ni sentarse con la patronal es hacerlo con los empresarios. Así las cosas, Moreno debería plantearse no un diputado de proximidad sino que todos los diputados sean de proximidad.