José-Tomás Cruz Varela
Comentarista político
El
previsor y espabilado líder de Podemos, Pablo Iglesias, viéndose ya como
próximo inquilino de La
Moncloa , aunque según ha reconocido preferiría continuar
durmiendo en su piso de Vallecas, ya ha comenzado a tomar precauciones parea
curarse en salud cuando deba ejercer como Presidente del Gobierno. Entre ellas
y como primera medida para garantizarse la fidelidad de sus diputados, diseñó
recientemente un nuevo sistema de primarias consistente en que cada una de las
listas que presente Podemos en el Congreso, prácticamente, deberá contar con su
aprobación, o bien siendo directamente designados. Así de rotundo se
manifestó el dueño y señor de la ética y la moral, crítico con los vicios de la
casta y adalid de la libertad y la democracia hasta sus últimas consecuencias.
Pablo Iglesias |
Tal
método, peculiar y original sucedáneo de las primarias actuales, pasa por la
creación de una exclusiva circunscripción con una lista única de hasta 350
nombres que será votada en bloque. Tal sistema anula la posibilidad de que se
presenten nombres incómodos, pertenecientes a otras corrientes que
ideológicamente puedan incordiar al líder del partido, dado que con la citada
lista única copará todos primeros puestos de salida y nadie piensa en votar
a otra que no sea la confeccionada por Iglesias y su escudero Iñigo
Errejón. Un comportamiento como el descrito rompe el tan cacareado pluralismo
en la formación, evitándose así que ningún líder provincial alcance relevancia
y se convierta en un elemento molesto, con lo cual tal remedo de primarias
impuestas está suscitando serias criticas hasta entre los considerados
como incondicionales.
Traducidas
a números y porcentajes las discrepancias que se están originando en el seno de
Podemos y como era de esperar ya comienzan a preocupar. Concretamente,
ya son 855 al jueves 9 los cargos electos disconformes, entre
diputados y miembros de las direcciones territoriales (casi un 25% del total)
los firmantes del manifiesto crítico contra las primarias, a través del cual
solicitan cambios o una consulta a las bases, con el agravante de
que 6.800 simpatizantes de todo el país desaprueban el sistema y se están
solidarizándose con la recogida de firmas.
Aunque
la dirección del partido, léase Pablo Iglesias, no tienen previsto dar marcha
atrás, el patón cometido en esta ocasión por el líder ha sido descomunal.
Obviamente sus colegas de confianza le siguirán hasta donde haga falta y
soñando con un futuro mejor que les permita a muchos de ellos abandonar sus
penurias y acceder a un puesto en el que Hilario pase a ser don Hilario,
con despacho, moqueta y secretaria que coordine su apretada agenda y un
sinfín de bicocas y canonjías, entre las que destacará un sueldazo en
condiciones (no confundir con el premio de la ONCE ), y de paso, una vez tomada posesión del
carguete, como buenos sufridores y resentidos sociales, comenzar a repartir
guantazos, metafóricamente, a partir de noviembre o diciembre.
Es menester reconocer que Pablo Iglesias, políticamente tiene carisma y en
estos momentos se le abren las puertas, es inteligente, improvisa
fácilmente y es un personaje buscado al que se ofrece la gente buscando
una oportunidad, No obstante, en esta ocasión con sus diabólicas primarias y
aunque no lo reconozca lógicamente, ha cometido un gran error cuyas repercusiones
no es fácil calcular, añadiendo que a estas altura y con el proceso en marcha
ya no cabe la rectificación, por muy dura que sea la contestación que está
recibiendo por parte de los suyos. La oposición, como es natural, está
aprovechando para devolverle sus insultos y descalificaciones, pero el
gran problema se basa en que ya no puede rectificar, dado que si en el primer
enfrentamiento serio se viese obligado a ceder y desdecirse, la pérdida de
autoridad sería total y muy cuestionado su futuro político.
En la misma línea de despropósitos habría que incluir el portazo que
le ha suministrado Alberto Garzón de IU, quien desveló que había sido el propio
Iglesias el que le propuso integrarlo en las listas para el Congreso, cuyo
ofrecimiento declinó, al menos por el momento, el líder comunista
optando por mantener su dignidad. En efecto es un político con
futuro, joven, cargado de ideas y militando en un partido con
gran raigambre en España, mientras que Podemos, sin restarle méritos,
está disfrutando actualmente, si bien más pronto que tarde y con sus
postulados entre utópicos y populistas, terminará desapareciendo, aunque
previamente a ese vaticinio no será difícil imaginar una multitudinaria
manifestación en Madrid y encabezada por Pablo Iglesias y Pedro Sánchez (PSOE)
y alguno más, celebrando su victoria en las generales con más de un millón
de participantes e infinidad de ellos enarbolando la bandera republicana, nada
que ver con lo que ocurre con la roja y gualda. cuya aparición sorprende
a los mismísimos españoles en las manifestaciones organizadas por la
derecha...¡Tiempo al tiempo!