Joaquín Abad
Exdirector de La Crónica de Almería
Retirada del busto, ayer |
Por lo menos los de Podemos y sus amigos gobernantes en el ayuntamiento de
Barcelona, que preside la conocida activista anti-sistema Ada Colau, son
consecuentes con su ideología, aunque se salten la ley a la torera, como viene
haciendo la Generalitat
desde hace muchos años. Y lo viene haciendo porque el Gobierno, los sucesivos
gobiernos de la nación, han mirado para otro lado. Y claro, empiezas cediendo
la mano y al final no es el codo, sino todo el cuerpo lo que se toman.
La retirada del busto de Juan Carlos del Salón de Plenos del ayuntamiento dela Ciudad Condal es
sólo el principio. En las redes sociales el ayuntamiento dice que ese busto no
representa al actual jefe del Estado, y que carecen de uno de Felipe VI. Pero
intuyo que aunque alguien se lo regale, se lo done, se lo ofrezca, los
políticos gobernantes, Colau y su pareja y los colocados a dedo, harán lo
imposible y será el principio de una apariencia republicana, que sintoniza muy
mucho con el secesionismo reiteradamente anunciado por Artur Mas. Sí, el que
fue en son de paz a visitar al Rey de España, en el palacio de La Zarzuela el pasado día
17, y le recibieron con cara de pocos amigos, pero le recibieron.
El rostro de ayer de Felipe VI, en el acto de entrega de despachos a los 35 nuevos jueces de la 65 promoción dela Escuela Judicial ,
celebrado en Barcelona, era todo un poema de seriedad y disgusto. Junto a
Felipe VI se hallaba sentado Artur Mas, que a pesar de su sonrisa no logró que
el Rey le dirigiera la palabra. Los espías ya habían filtrado al monarca lo que
se estaba barruntando en el Ayuntamiento, por lo que el deterioro de las
relaciones aumentaba por minutos.
La retirada del busto de Juan Carlos del Salón de Plenos del ayuntamiento de
El rostro de ayer de Felipe VI, en el acto de entrega de despachos a los 35 nuevos jueces de la 65 promoción de
Lo dicho. Han sido muchos años que las instituciones nacionales, y el propio
Jefe del Estado, han permitido que los políticos catalanes incumplieran las
leyes alimentando artificialmente la necesidad de separarse de España y ser un
estado independiente. La culpa no sólo ha sido de los corruptos políticos
catalanes que quieren salvarse de la cárcel. La culpa es de quien se lo ha permitido,
hasta la fecha.