Elena Torres
Directora de Teleprensa
Media docena de ahogados por culpa de la mala mar en calas de Almería que no
cuentan con ningún tipo de servicio de playa en poco más de un mes deberían
hacer recapacitar a la Administración sobre la necesidad de adoptar alguna
medida más allá de publicar un bando pidiendo prudencia, dado que éste es
difícil que pueda llegar a un aceptable número de población no sólo local sino
también visitante.
Playa de los Muertos |
Desde hace unos años se incide en campañas de concienciación para que se
tomen precauciones a la hora de exhibirnos al sol, dado la ‘maldad’ con la que
éste nos ataca en el verano y tal vez es hora de que empecemos a pensar en hacer
algo similar con respecto al mar. Lo que está claro es que no podemos ‘vender’ el Parque Natural Cabo de
Gata-Níjar como ese paraje plagado de playas vírgenes que esperan visitantes y
que a la hora de la verdad se conviertan en la pesadilla del verano bien por el
desconocimiento que se tiene de la zona, por la poca precaución de los bañistas
o la ingenuidad con la que éstos se introducen al agua en días de mala mar pero
tórridos de calor que son toda una invitación a cometer imprudencias, máxime
cuando estos lugares carecen de duchas y demás alternativas para aliviarnos de
las altas temperaturas.
Si no es posible mantener con equipos de socorristas y protección civil estas
zonas vírgenes, entre otras razones debido a la inmensidad de la costa, debe
haber alguna otra alternativa que advierta a los turistas de las condiciones
adversas que en determinados momentos se producen y hacen no recomendable el
baño.
Alguna campaña como la de Tráfico que gracias a lo gráfica que es ayuda
bastante a evitar las imprudencias a la entrada de estas calas, consejos a tener
en cuenta para detectar esos cambios en el mar que te enciendan las luces para
no adentrarte más allá de la orilla cuando la situación lo requiera o tal vez
una patrulla itinerante que recorra estos parajes y advierta con bandera roja la
prohibición del baño en momentos críticos… lo que sea, pero hay que reaccionar
ante tanta vida perdida por no advertir el peligro.