El nombramiento de María Muñiz

Juan Torrijos
Periodista

No tienen corazón, María. Con lo feliz que te encontrabas mandando en el urbanismo almeriense y cobrando un buen sueldo. Envidia, María. Eso es lo que tienen. Reconozco que yo también la tendría. Son algunos miles de sueldo. Hay que entender que salgamos los envidiosos a darte una colleja donde más te pueda doler, en el bolsillo, y te queramos mandar a casa sin los miles del ala cada mes.

María Muñiz
Luis ha salido en tu defensa: has pagado el colegio de abogados durante cinco años y con eso cumples los requisitos. Bueno. Pues sí. Vale. Has estado colegiada. Y supongo que habrás firmado algún pleito en el despacho de Miguel durante esos años, ¿no? Pues nada. Seguiremos pasando envidia de tus miles al mes. La cuestión no es que tu nombramiento haya sido más o menos legal, es que tras tropecientos años cobrando del Ayuntamiento, tu partido, a la hora de tu despedida como concejal, te busca la gerencia. Suena raro. Legal, no digo que no lo sea, pero raro, raro.

Lo mismo que ha hecho Gabriel Amat en la Diputación. Alcaldes del PP que han perdido el sueldo ahora los vemos de diputados o de asesores de esos y otros diputados. Como los demás partidos tampoco se han cortado y están haciendo lo mismo o parecido con los suyos, no esperan duras críticas en los plenos o en los medios. Son estas cosas, María, Luis, Gabriel, Juan Carlos, Consuelo, Teruel, las que levanta el ánimo del cansado espectador. ¿Creéis que en noviembre se puede seguir votando estas políticas que lleváis poniendo en práctica durante los últimos 30 años?

Allá vosotros, pero tarde o temprano os vais a encontrar en cualquier acera, olvidados de todos. María, vamos a esperar el informe jurídico. Lo de pagar las cuotas del colegio de abogados durante esos cinco años te puede salvar legalmente, pero tú sabes, como la mayoría de los ciudadanos que te conocen, que durante tus años de edil no te han visto mucho con la toga por los juzgados.