Trama Púnica: el empresario de Almería que buscaba la ayuda de Francisco Granados

Juan Folío
La Opinión de Almería

El levantamiento del sumario de la Trama Púnica está deparando muchas sorpresas. Como se sabe, la policía tenía intervenidos los teléfonos móviles de los principales sospechosos, pero no todas las conversaciones eran literalmente reproducidas, sobre todo cuando las mismas versaban sobre asuntos particulares o aportaban poco a la causa que se estaba investigando.

Ha causado cierta sorpresa la reproducción de una conversación mantenida el 14 de octubre de 2014 entre Francisco Granados y otras personas relacionadas con la trama, por tratarse dicha conversación de un asunto que en principio no tiene nada que ver con el objeto de la investigación. Ésta es la transcripción:

Reproducción de una conversación mantenida por Francisco Granados
el 14 de octubre de 2014 incorporada al sumario de la trama

Como se puede leer, en el centro de las conversaciones está un empresario de Almería, cuya identidad no se desvela. Las conversaciones se producen el 14 de octubre del año pasado. En primer lugar, Francisco Granados le dice a Cristiane Júcar que va a comer con Alejandro de Pedro "y unas personas que le quiere presentar".

Por la tarde, tras la comida con esas personas, Granados dice a Victoria Cristóbal "que éste (pudiera ser Alejandro de Pedro) le ha presentado alguien muy importante de la industria farmacéutica que es de Almería que van a presentar una oferta para comprar una empresa de farmacia muy importante en Córdoba, que también se han metido en Méjico, en Colombia y quería dos cosas, la financiación de esta compra y luego otro asunto raro que no lo ve. Francisco dice que el asunto le interesa más como contacto que por otra cosas, que respecto al segundo tema le va a decir que esas cosas no las hacen pero que referente a la financiación le va a plantear a Vicente Idelses el asunto, que son 12 millones de euros, que quizás cuele".

La farmacéutica cordobesa que pretendía comprar esa persona "muy importante de la industria farmacéutica que es de Almería" no era otra que Laboratorios Pérez Jiménez, que por esas fechas estaba en venta tras verse frustrada la misma a una industria rusa que exigía demasiadas facilidades en el pago. La identidad de la empresa farmacéutica almeriense no se desvela, pero parece que es nula la relación con los negocios habituales de la trama. Tampoco se dice nada ni en ésta ni en conversaciones posteriores sobre el extraño asunto que ellos no hacen.